En La Paz Chica, a 7 kilómetros del pueblo bonaerense de Roque Pérez, en medio de una zona rural irrumpe la fachada de un antiguo cine que acaba de cumplir 91 años. En rigor, es la historia de un espacio recuperado que fundó un inmigrante italiano en 1934, luego lo entregó al municipio, se transformó en un club de fútbol con diversas actividades y, a partir de mediados de la década del 80, tras un tornado que voló parte de su techo, quedó abandonado. En 2013, un grupo de vecinos junto al Municipio local decidió darle vida otra vez con su mismo nombre: Cine Club Colón. Y no solo lograron dejarlo como si fuera el mismo de antaño, si no que además ahora se transformó en un punto turístico insoslayable de la zona que forma parte, por caso, de La noche de los almacenes de campo. Asimismo, en 2023, fue declarado de Interés Provincial y Cultural y es la única sala rural en la provincia de Buenos Aires.
Jerónimo Coltrinari, un italiano de buen pasar económico de La Paz Chica, advirtió que en ese paraje cercano al centro de Roque Pérez no había iglesias, ni monumentos, ni muchos entretenimientos, en general, y que -por lo tanto- necesitaban un lugar de encuentro. Entonces se le ocurrió la idea de emplazar una sala de cine. Tardó un año en cumplir su sueño, y lo hizo a poco tiempo de que en Buenos Aires se estrenaran las dos primeras películas sonoras nacionales, el 20 de septiembre de 1934. Un adelantado total, teniendo en cuenta que en esos tiempos era impesado que el séptimo arte tuviera su presencia en una zona de campo, ubicada a 150 kilómetros de la Capital Federal.
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El fundador no trabajó solo, sino que logró su sueño junto al arquitecto Rómulo Mazagliari y el albañil Tano Mangalardo. La edificación fue totalmente sofisticada para la época: con palcos, escenario, butacas, piso damero, boletería y cantina.
“Hace 90 años los hombres iban a las pulperías, pero faltaba un lugar para las familias y esa esencia fue lo que supo captar Jerónimo, que hizo que iniciara su proyecto. Estamos muy orgullosos por haber seguido su legado y porque la verdad que es mucho el esfuerzo que se hace para mantenerlo en vida, y en funcionamiento. Y no solo con proyecciones: también tenemos un grupo de danza, vienen obras de teatro y proponemos talleres diversos”, le expresó a El Destape Candela Barrenechea, directora de Turismo del Municipio de Roque Pérez.
Quien pasó por las butacas del Colón en su época de esplendor fue Rubén Simoncini. Este vecino roqueperense de 77 años asistía desde muy chiquito y más adelante, cuando dejaron de proyectar películas y se transformó en el Club Victoria, fue parte de la comisión directiva. “Yo tendría 12, 13 años cuando lo visité por primer vez. Recuerdo que me quedaba en los alrededores de la zona y veía llegar un hombre con el carril, un tal Abraham, que era quien proyectaba las películas. También alguna veces fui a bailar. Para nosotros era toda una fiesta porque en ese entonces no había luz, no había televisión, no había nada en esta zona de chacras”, le contó Rubén a El Destape.
El heredero del fundador que recién conoció la historia cuandro el cine reabrió
Jerónimo Coltrinari no tuvo hijos, aunque sí varios hermanos con descendencia. Unos de ellos fue Victorio, cuyo nieto ahora esta ligado de alguna manera al Cine Club Colón. Aunque con una particularidad: su heredero no supo que la historia del espacio cultural recuperado tenía que ver con su tío abuelo, hasta 2013 cuando reabrió.
“Cuando era chiquito nosotros vivíamos todos cerca de la Paz Chica. De pequeños, por ejemplo, íbamos a jugar al fútbol contra la escuela 19, ubicada al lado del Cine Club Colón. Lo gracioso es que ninguno de los chicos, ni yo, sabíamos que el cine lo había hecho un tío abuelo mío”, soprende con su declaración a El Destape César Coltrinari.
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Y explica: “Tanto mi abuelo, como mis tíos abuelos, murieron jóvenes. Cuando yo nací en 1975 ya hacía tiempo que no estaban. Y mi viejo también falleció a una corta edad, yo era adolescente y estaba en ese período en el que no me interesaban cuestiones de historias familiares, era como que andábamos desencontrados para una charla de ese tipo. Quizás quiso contarmela alguna vez, pero no me habrá visto permeable para tenerla”.
Lo cierto es que en la actualidad quedó ligado con el espacio recuperado que creó su tío abuelo a través de La noche de los almacenes de campo. De hecho, allí ofrece el vermut de su autoría llamado Coltri. “Desde Turismo, me invitaron para participar en una exposición de cuadros sobre Pepe Guidobono, que fue uno de los que propició el tema de que reviviera el cine club y en el evento quedaba la barra del club vacía. Entonces, les ofrecí a los de la municipalidad si podía hacer unos tragos para aquellos que vinieran aquella jornada. Y ahí me dije: ‘tengo que hacer vermut, la bebida tradicional de campo, junto a la ginebra’. La idea se concretó e incluso lo vendo en varios pueblos bonaerenses”, rememora Coltrinari.
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De la destrucción al cierre y de un intento fallido al renacer
El cine mantuvo su etapa de esplendor hasta la década del sesenta. Luego se transformó en el Club Social La Victoria. En esos momentos el espacio ya estaba en manos de la Municipalidad, de hecho, fue donado por su fundador. “Con el correr de los años, cuando vimos que esto estaba por desaparecer, como pasó con muchos otros clubes sociales, decidimos con la comisión que si cerraba quedara para la escuela número 19, pero no lo logramos. Hasta que después de un tornado quedó unos años abandonado. Luego lo recuperaron y fue un gran trabajo del Municipio, al que incluso me invitaron a ser parte”, agrega Rubén Simoncini.
Apenas cerró, un grupo de 22 mujeres también intentó recuperar el espacio, pero fue por poco tiempo. Finalmente, tras un trabajo mancomunado de todo el pueblo, el 22 de noviembre de 2013 el Cine Club Colón reabrió sus puertas. Carpinteros, pintores de brocha gorda, herreros, costureras, bordadoras, lustradores y los bomberos voluntarios colaboraron para restaurarlo.
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Uno de los vecinos que encabezó la iniciativa fue José María Guidobono, “Pepe” para los ciudadanos roqueperenses: el poeta de la zona. El artista cumplió su sueño antes de partir de este mundo en 2015.
Entre otros tantos, quien también se destacó en su labor para la recuperación del cine fue Nelly Albanesi, hija del primer carnicero de la zona y propietaria de un almacén de Roque Pérez. Ella redactaba los petitorios y juntaba firmas para lograr restaurarlo. Su presencia en la Municipalidad del pueblo logró dar comienzo a las obras. Nelly, quien acudía con asiduidad de chica al cine, también falleció hace unos pocos años.
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“A mediados de la década del ochenta, un tornado que se produjo en Roque Pérez, voló el techo del cine y quedó abandonado. La reconstruccion habrá comenzado, más o menos, cerca de 2011. En ese entonces, el lugar estaba muy dejado: era un criadero de chanchos, el piso estaba tapado por bosta de todos los animales imaginables. Obviamente, tuvo que trabajar toda la comunidad de La Paz Chica, con una intervención muy importante del municipio y los bomberos voluntarios para dejarlo como quedó en la actualidad”, rememora Candela Barrenechea.
No obstante, la directora de Turismo considera que “todavía quedan varias cosas para hacer. Falta lo que son los antiguos vestidores, por ejemplo: son desafíos que asume la gestión y que obviamente quedan imposibilitados por las diferentes políticas actuales”.
El Cine Club Colón permanece abierto de jueves a domingos ,de 15 a 18 hs, y la entrada es libre y gratuita. Asimismo, al escribir al teléfono de Turismo de Roque Pérez (02227621864) se puede coordinar una visita para grupos fuera del horario convencional.
