Las cascadas son uno de los paisajes naturales más imponentes, ya que su fuerza impacta a muchas personas. Aunque pocos los crean, Buenos Aires tiene muchas cascadas para visitar durante un fin de semana largo, pero hay una particular que, además, está rodeada por un entorno rural ideal para aprovechar en familia.
Ubicada en el partido de Coronel Dorrego, a unos 549 km de la Ciudad de Buenos Aires y apenas 63 km de la cabecera del municipio, la localidad de Irene es una minúscula comunidad rural formada por apenas unas 18 viviendas y cerca de 20 habitantes. Aun así, este poblado se ganó la reputación de refugio tranquilo y auténtico, donde se pueden visitar una de las cascadas más imponentes de la provincia.
A pocos kilómetros del centro urbano surge la Cascada La Escondida, un salto de agua de aproximadamente 4 metros de altura, moldeado en forma escalonada por el curso del Río Salado. Se la considera uno de los más encantadores accidentes naturales del entorno, en especial por su entorno agreste y poco intervenido.
Sin embargo, la cascada no es el único atractivo del lugar. El recorrido puede continuar descubriendo otros atractivos históricos en los alrededores. Entre ellos se destaca el Molino Las Rosas, una antigua estructura fundida en medio del campo que rememora la época de mayor florecimiento local, junto a la antigua pulpería "La Rosa del Sud". También merece una visita el Puente Nuevo, terminado de construir en 1962, que se distingue por su diseño arquitectónico único, con arco que sostiene su completa estructura sobre el río.
Cómo llegar a la Cascada La Escondida en Irene
Llegar es sencillo: desde el kilómetro 536 de la Ruta Nacional 3, se toma un camino de ripio en buen estado por unos 10 kilómetros, accesible incluso con auto. El trayecto final se realiza a pie y recompensa con su entorno apacible, ideal para relajarse, escuchar el murmullo del agua y, si el río lo permite, darse un chapuzón en sus pozones. Muchos destacan su “olla” como un espacio ideal para disfrutarlo con cuidado: aguas poco profundas y fondo rocoso que invita a un baño tranquilo.