Prometía vuelos a Europa a precios baratos, pero era una estafa: la trama detrás del drama de los pasajeros engañados

La mujer acusada de “Ponzi aéreo” está identificada como “Karyna” y empezó a operar con conocidos de la escuela donde van sus hijos en Recoleta. Calculan que estafó por más de 300 mil dólares.

28 de julio, 2025 | 19.35

Una mujer conocida, una súper oferta y pasajes a bajísimo costo fueron la puerta de entrada a una millonaria estafa que investiga la Justicia y que tiene a una mujer, identificada como Karyna Alvarado Ríos, en el rol de quien llevaba adelante el engaño que terminó con alrededor de 200 personas estafadas y una causa que ahora investiga la jueza María Fabiana Galletti del Tribunal Criminal y Correccional N°58 y el Fiscal Jorge González. Esta investigación reunió denuncias y testimonios que explicaron cómo funcionaba el engaño de la mujer que tuvo que ser internada por un pico de estrés y ahora enfrenta a la Justicia.

La acusada de la mega estafa aseguraba que tenía un contacto en la aerolínea Iberia y que ella vendía “los pasajes que le daban los empleados”. Esos pasajes, explicaba, estaban destinados a familiares y amigos y como esos empleados pagaban los pasajes a un precio menor y eso era lo que ella vendía. Para los investigadores, la mujer fue haciendo una cadena como en la estafa Ponzi, donde con los nuevos clientes pagaba los anteriores y así hasta que todo colapsó. Ante la primera crisis, la mujer argumentó que había una situación y problemas de sistema y hasta llegó a dar pasajes que partían desde Brasil pero los pasajeros debían costear el pasaje hasta allí.

Además de Iberia, Karyna había vendido pasajes de Lufthansa y hasta paquetes al Caribe. La investigación detectó también que la mujer acusada de las estafas había diseñado el engaño asegurando que en todo el proceso de compra existía “sólo un pero” y era que el vuelo y horario te lo definía el sistema, por lo que existía una fecha tentativa pero no confirmada.

Qué hicieron las víctimas estafadas

El engaño, entienden los investigadores, empezó con conocidos de la mujer denunciada. Esas víctimas son parte de un contacto diario con la acusada porque los primeros compradores eran familiares de compañeros del colegio El Salvador donde estudian los hijos de Karyna Alvarado Ríos. Después esas ofertas se extendieron a familiares y de boca en boca ese cupo de candidatos fue creciendo hasta que, entienden los investigadores, el esquema piramidal se hizo insostenible, la mujer dejó de responder los mensajes de sus clientes y muchas familias se quedaron sin el viaje y sin la devolución del dinero. En ese contexto, muchas de las víctimas fueron a la casa de Karyna en busca de explicaciones y en el lugar sólo encontraron a una empleada de la familia que les aseguró a las víctimas que incluso ella había sido estafada por la mujer.

Ante la denuncia de las víctimas de la estafa, la Justicia accedió a varios audios donde la mujer explica el mecanismo para la compra y obtención de los pasajes, pero no pudo ubicar ningún tipo de comprobante ni factura ya que, según contaron los denunciantes, para acceder a esos valores de pasajes, mucho más económicos que por agencias o directamente a la empresa, los pagos se hacían en efectivo o transferencia, lo que hace más difícil poder definir el monto de la estafa. Sin embargo, la investigación considera que los pasajes se vendían entre 900 y 1300 dólares cada uno, lo que multiplicado por quienes denunciaron lleva la suma a más de 300 mil dólares.

Otra etapa que investiga la Justicia tiene que ver con que la mujer denunciada también había vendido a algunas víctimas una especie de cartera con viajes futuros. De esta forma, entienden los investigadores, pueden sumarse denuncias de víctimas que depositaron dinero y confianza en la mujer que le prometió los viajes y los pasajes que no existen. Para esto, esperan sumar próximamente la declaración de una joven que fue señalada por varias víctimas como cómplice de la estafa, ya que oficiaba como cobradora y ayudante de Karyna. En redes sociales, la mujer llamada Luz y apuntada como cómplice aseguró: “sólo trabaje un mes y hacía lo que me mandaba. Mi madre y yo también fuimos estafadas”. Además, pidió a las víctimas: “No se comuniquen conmigo que no tengo nada que ver”.

Desde las empresas que nombraba la estafadora “desconocieron todo tipo de vínculo y saber de este tipo de maniobras”, aseguraron fuentes judiciales a El Destape y sumaron como detalle que conocieron del caso “una vez que todo se publicó en redes sociales”. Además, las aerolíneas aseguraron que abrieron una investigación interna para esclarecer el caso y saber si algún empleado fue parte o tiene algún tipo de responsabilidad. Mientras tanto, la causa avanza con las declaraciones de las víctimas que pierden las esperanzas de recuperar el dinero pero esperan que la estafadora pague su delito en prisión.