En enero de 2020, un grupo de rugbiers asesinó a la salida de un boliche a Fernando Báez Sosa, de 18 años, que estaba vacacionando en Villa Gesell. El caso conmocionó al país y sigue marcando la agenda mediática hasta el día de hoy. Por el asesinato de Fernando Báez Sosa fueron condenados ocho jóvenes: a Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi los condenaron a prisión perpetua, mientras que a Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi les dieron 15 años. Durante años, los acusados mantuvieron un pacto de silencio que parecía inquebrantable, pero que con cambios de abogados y rencores se agrietó hasta que, finalmente, se rompió.
Blas Cinalli, el que habló por primera vez
La primera declaración que se conoció a la prensa fue de Blas Cinalli, que habló con Crónica en febrero de 2023. En aquel momento, se despegó del delito y culpó a su grupo de amigos. "No ideamos un plan para matar a Fernando. No hubo roles, eso nunca existió", le dijo a ese medio.
"Ayrton, yo y Lucas (sic) estamos un poco distanciados de los otros chicos. No te voy a decir que super peleados pero sí distanciados de palabra", expresó y añadió: "Cuando veo que (Luciano Pertossi) esté forcejeando con una persona que no recuerdo bien quién era, me acerco para ayudar a Luciano. Puede ser que haya sido Fernando. Luego de eso nos sacaron afuera, a todo eso Lucho quería seguir peleando con otro chico del grupo de Fernando y ahí fue cuando nos sacó la Policía y nos alejamos".
La denuncia de Matías Benicelli contra el abogado
En abril de 2024, quien rompió el silencio fue Matías Benicelli: acusó al abogado que representó a todos los acusados, Hugo Tomei, de irregularidades en la defensa y de haber dirigido la estrategia legal para beneficiar a otros coimputados. "Fuimos persuadidos de designarlo para mi defensa técnica a fin de no entorpecer la defensa de otros coimputados", aseguró en diálogo con Noticias Argentinas.
El acusado señaló que Tomei les advirtió que al declarar podrían entrar en contradicciones con sus compañeros y que no informó sobre aspectos cruciales del proceso, como la presencia de manchas de sangre en su ropa pertenecientes a Báez Sosa. Benicelli también denunció que Tomei no quiso presentar a un testigo clave, Alejo Milanesi, quien podría haber aportado en su defensa. Milanesi, inicialmente detenido por el crimen, fue sobreseído posteriormente.
La entrevista de Máximo Thomsen
A fines de mayo de 2024, Máximo Thomsen, quien estaba acusado de pegarle la patada en la cabeza a Báez Sosa en la puerta del boliche, recibió a Telenoche en la prisión para darle una entrevista. "Yo no fui. Fue Ciro (Pertossi), pero se comprobó que esa patada no se da, no llega a impactar. Pero siempre dijeron que esa persona fui yo y yo claramente no era", dijo Thomsen.
"Yo solo me acuerdo que entré a tirar patadas. No tenía noción de lo que estaba haciendo. Sí sabía que me estaba metiendo en una pelea, en mi cabeza solo pasaba eso", dijo el rugbier. Cuando el entrevistador le consultó por la confirmación de que su zapatilla era la que había dejado la huella en el cuerpo de Fernando Báez Sosa, respondió: "No recuerdo mucho. Yo solo me acuerdo que entré pateando. Cuando vi en el juicio que estaba mi zapatilla, dije 'sí, es mía'. Porque yo nunca me quiero esconder de lo que pasó, pero quiero que si somos culpables de algo nos culpen por lo que pasó, no por algo que dicen que pasó".
