El documental de Netflix "50 Segundos" despertó un aluvión de especulaciones en las redes sociales en poco tiempo, a casi 5 años del crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gessel. Si bien las voces de algunos condenados están incluidas en la reconstrucción del caso, no todos estuvieron de acuerdo con su producción y al menos dos de ellos llegaron a presentar cautelares en la Justicia para evitar que se estrenara o que se los mencionara, aunque no prosperaron. Matías Benicelli, uno de los cinco condenados a prisión perpetua y Lucas Pertossi, quien integra el grupo de los tres condenados a 15 años, pidieron que se cancele la producción para evitar toda referencia directa o indirecta, así como la prohibición de usar nombres, datos identificatorios imagen y/o voz hasta que se emita el fallo de la Suprema Corte de Justicia. Los recursos llegaron hasta la Cámara Civil, que finalmente los rechazó este martes por priorizar la "libertad de expresión".
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En el escrito, al que tuvo acceso El Destape, Benicelli aclara que no prestó consentimiento alguno para la realización del documental y pide la "anonimización integral de toda referencia" que lo incluya hasta que no haya una sentencia firme, dado que en ningún momento participó de una filmación. El equipo legal que acompaña al condenado piensa que la producción busca "instalar la posverdad" sobre lo que ocurrió aquel 18 de enero de 2020. Lo que no quieren es que haya una "difusión tergiversada de estos hechos en una versión novelada" porque creen que puede influir en la decisión de la justicia, que se debate entre dejar firme o no las condenas dictadas en dos instancias.
"De la visualización del tráiler oficial surge que actores representan y escenifican a los protagonistas de los sucesos, incluyendo al peticionante y que la emisión de aquélla daña su honor", subrayó también el pedido de medida precautoria contra el documental, dirigido por Martín Rocca y producida por Alejandra Sarmiento.
La jueza María Pereira, a cargo del Juzgado Civil N° 39, rechazó la medida a Benicelli y luego la Sala D de la Cámara Civil ratificó es resolución porque consideró que "no se encuentran configurados los recaudos de admisibilidad de la medida cautelar". Entre sus argumentos, plantea que "no puede impedirse la emisión o re-emisión de filmes o programas televisivos", en tanto pondera el derecho a la libertad de expresión, por sobre los "derechos personalísimos" de Benicelli.
Benicelli, uno de los condenados que se "abrió" del grupo
Benicelli fue uno de los que decidió salir del "ala" del abogado Hugo Tomei, el de la defensa unificada al principio de la causa, luego de la sentencia y después también de que Máximo Thomsen lo señalara como el iniciador del conflicto que derivó en la golpiza. Su defensa, ahora en manos de Carlos Attías, sostiene que su rol no fue "de homicida" y lo diferencia del resto.
"Nosotros probamos a través de todos los registros fílmicos que en todo momento, y también de las testimoniales, que Matías no había pegado", subrayó y apuntó contra Tomei por la versión que buscó instalar en el juicio oral. "Él quiso hablar y decir en el juicio 'no, mirá,. esto no es así cuando uno de los patovicas dijo que él le había pegado una patada a Fernando. Tomei no lo dejó porque defendía la posición del ´homicidio en riña", explicó a El Destape en referencia a la figura legal que no permite identificar a un autor del homicidio y estipula penas más bajas, de seis años de prisión.
Tras el juicio en febrero de 2023, el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores resolvió condenar a Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Ciro y Luciano Pertossi, Matías Benicelli a prisión perpetua por el delito de “homicidio agravado por el concurso premeditado de una o más personas con alevosía”. Luego, la Cámara de Casación bonaerense quitó la alevosía, pero mantuvo la pena. Mientras que Lucas Pertossi, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz recibieron 15 años de cárcel al ser considerados partícipes secundarios en el crimen del joven.
Las defensas de los jóvenes apelaron las condenas. Sin embargo, el caso quedó a estudio de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires, que todavía debe tomar una decisión. Si los "rugbiers" actuaron en grupo y se dividieron roles, si pactaron el asesinato o si actuaron a traición y sobreseguro. Es decir, si hubo "premeditación" o "alevosía", o si todos o sólo algunos jugaron un papel indispensable en el asesinato.
