Pinta a la naturaleza porque le recuerda a su mamá y su obra del Perito Moreno batió todos los récords como la obra argentina más vendida: Helmut, un artista con raíces

La obra, hecha en un lienzo de más de 7 metros de largo, fue adquirida por más de un millón y medio de euros. No es la primera vez que rompe récords: ya lo hizo en el 2010, con otra famosa pintura de su autoría. ‘Mamá está en todas las flores que ustedes ven’, le dijo su padre una vez y, desde entonces, pinta en su recuerdo.

19 de junio, 2025 | 00.05

Helmut Ditsch se enamoró tanto de la naturaleza argentina, que decidió llevarlo a todas sus pinturas y se convirtió en el artista más cotizado del país por sus cuadros de paisajes nacionales. Su última obra, adquirida por más de 1,6 millones de euros, batió récords. “Soy argentino, muy argentino. Si bien yo pintaba otros lugares que conocí, escalé o experimenté, mi destino estaba marcado por este país. Al haber nacido y ser porteño, tenía añoranza por ver una naturaleza inmaculada”, expresó el artista en conversaciones con El Destape.

Desde muy chico, Helmut demostró su pasión por las artes. Sin embargo, el óleo fue la técnica que lo enamoró y consiguió darle el poder de expresar con comodidad lo que se proyectaba en su mente. En su mayoría, fueron paisajes que recordaba de la Argentina, a pesar de haber viajado por el mundo desde sus 18 años. “Pinto la naturaleza humana con la imagen de la Pachamama. Hay una energía femenina que yo busqué en la naturaleza, supongo, después de la muerte de mi mamá. Mi papá nos dijo algo a mis hermanos menores y a mí, que se me hizo más fácil de entender: ‘Mamá está en todas las flores que ustedes ven’. Eso me hizo relacionarla con la naturaleza”, contó Helmut.

Enamorado de lo inmaculado, decidió usar su arte para mandar un mensaje de advertencia sobre los avances de la contaminación. Con sus cuadros busca que su público tenga en cuenta los problemas que se viven a nivel ambiental y critica a esos personajes internacionales que deciden ignorarlos. Si bien celebridades e importantes empresas le han hecho pedidos por encargo, el artesano siempre se mantiene firme en su camino por el mercado primario del arte, y se volvió protagonista de dos hitos de venta para el arte nacional y de Austria.

En 2010, una obra suya inspirada en el océano Atlántico, denominada “Mar II”, fue vendida por los 875 mil dólares, superando la venta que había realizado Antonio Berni con “Desocupados”. La enorme pintura que se volvió histórica para Helmut demostraba esta búsqueda del artista por retratar la experiencia y el sentimiento. Por eso, a pesar de los pedidos y las bellezas que conoció alrededor del mundo, siempre prefirió volver a los paisajes argentinos. “El impacto emocional es, creo, fundamental para poder plasmar a la pintura, porque es una especie de carta de amor que yo escribo por un enamoramiento que se produce no solamente con la observación”, reflexionó el artista.

Seis años más tarde, y aún en búsqueda de esa femineidad que le brindaban los paisajes, logró retratar el Perito Moreno, una obra que fue cruzada por la perdida y el encuentro con el lienzo. “Lo elegí porque me parece el glaciar más bello del planeta. Si bien es pequeño, en comparación con otros, la erosión que tiene lo convierte en una ciudad gótica. Además, es el único que crecía con el tiempo, eso lo aprendí de unos científicos que estaban junto a mí cuando hice el trabajo de campo”, compartió.

Con el apoyo de su equipo, realizó la aclamada pintura y la vendió por más de un millón y medio de euros, rompiendo su propio récord. Sin embargo, el trabajo le costó más de lo esperado, debido a un golpe que cambió su vida. Marion, su esposa, falleció en el 2009, cuando él estaba a punto de arrancar con el proyecto. La obra quedó estancada, y la tela blanca lo esperó durante años. Él la recuerda como otra de las personas más esenciales en su vida, y que creyeron en su talento desde el primer día. “Tenía una persona que era un ángel, que era Marion. Ella sabía de alguna forma que la obra iba a tener su momento”, expresó a El Destape.

Finalmente, y luego de años de duelo, revalidó el hito con la monumental “Cosmigonón”, en un lienzo de 7,30 metros de largo por 2,73 de alto se puede disfrutar la belleza del glaciar ubicado en la Patagonia Argentina. La misma fue adquirida por otra empresa europea y rompió el récord que él mismo se había impuesto con su primera pintura. El tiempo, el amor por la Argentina y su talento lo convirtió en el artista vivo más cotizado en Austria, y en toda la historia del arte nacional.

Helmut Ditsch dejó su marca en la pintura y se volvió un maestro de su propio arte. Desde este lugar, y a pesar de su atareada agenda de viajes constantes, pudo empatizar por todos los artistas argentinos que se chocan con una realidad que los desanima. “De la política partidaria estoy absolutamente desilusionado. Yo estuve de viaje durante los últimos años, pero les puedo decir que escuché mucho de ‘Argentina potencia’, pero hay una realidad que es aterradora”, dijo el pintor.

De esta manera, reflexionó que los artistas argentinos están muy marginados, lo que complica su deseo de progresar, como él pudo hacer en sus años. “No hay cultura del mecenazgo; estamos en un país joven pero no hay mentalidad para el arte. Hablando del mercado secundario, son muy pocos entre los que tienen dinero que son fanáticos del arte, y no hay posibilidades para otras clases. En Europa, la clase media es la que compra arte, no los millonarios”, explicó. Por eso, recomendó a todos que continuaran por el camino independiente, original e individual. Con todo su apoyo, y su fascinación por varios artistas jóvenes, soñó por un tiempo poder hacer una especie de “fábrica de arte nacional”, para ayudarlos y liberarlos de la dependencia de empresarios. “Hay un lugar en nuestro planeta que es para cada uno de nosotros”, agregó.

Con una red de apoyo y fanáticos que lo acompañan en todos sus proyectos, Helmut Ditsch pudo cumplir sus sueños y crear algo más grande que él mismo. Decidió seguir manteniendo su amor por todos los ámbitos y se lanzó a un proyecto ambicioso que logró cumplir: su película debut autobiográfica. El film reúne todo lo que él adora: buena música, planos cuidados como sus propias obras de arte, y los momentos claves de su vida que lo llevaron hasta lo que es hoy.

Durante el proceso, conoció a una de las personas más importantes en su equipo, que pasó de ser su alumna para convertirse en co-directora y mano derecha del artista. Zuzy Praus, pintora de República Checa y enamorada de los paisajes argentinos y del fútbol, viaja junto a él y su equipo para aprender de la sabiduría de Helmut, y brindarle una mirada desde el lado humano a importantes lugares del país. “En 2017, necesitaba una asistente en el atelier. Cuando me la presentaron, ella tenía 19 años, en la pintura un virtuosismo de la figura humana, y un carácter que me hacía sentir muy cómodo. A todo mi equipo le pareció que era una integrante fundamental. Sin embargo, en 2018, comenzamos con la película y ella no pudo pintar nada. Pero sí era mis ojos cuando yo estaba actuando; se daba cuenta de todo, y por eso se convirtió en co-directora”, detalló el cantante sobre su compañera.

Este proyecto personal le abrió las posibilidades de seguir creciendo en el mundo del arte; sin alejarse de su pasión por la pintura, pero demostrando lo multifacético que puede ser. Helmut Ditsch se alejó de los dogmas académicos para marcar su propio camino. Con el apoyo de su familia, el amor de su vida y todos sus fanáticos, se convirtió en uno de los artistas más importantes de la Argentina. Su amor por el país lo demuestra en sus pinturas, su carisma y su necesidad por ayudar a todos esos artistas que se encuentran atrapados en una realidad compleja. El estilo de vida de Helmut invita a trabajar contra todo pronóstico, pensando en el mensaje que se quiere expresar, con empatía social, y alejándose de los premios que, al final del día, terminan desapareciendo para poder embarcarse en el siguiente proyecto a seguir.