Este sábado 28 de junio se conmemora el Día del Orgullo en un contexto en el que el gobierno de Javier Milei profundiza políticas de ajuste y estigmatización de toda la comunidad LGTBIQ+ desde que asumió hace dos años. Una de las medidas fue modificar la Ley 26.743 de Identidad de Género y reducir a personas mayor de edad el derecho de adecuar su cuerpo a su identidad de género sin pedir autorización. Sin embargo, la desinformación y falta de financiamiento que lleva adelante el gobierno en materia de políticas sexuales también está profundizando la falta de acceso a este sector de la sociedad a acceder a la modificación corporal con supervisión médica. De esta manera, crecen los peligros sanitarios y de vida de las personas trans que tienen una ley que debe ser cumplida.
De acuerdo con la Ley 26.743, toda persona mayor de edad tiene el derecho de adecuar su cuerpo a su identidad de género sin pedir autorización. Sin embargo, desde el Hospital de Clínicas de la UBA advirtieron que un 10% de quienes se acercaron a consultar iniciaron su transición sin supervisión médica. Detallaron que entre las complicaciones más comunes que registraron se encuentran desde coágulos sanguíneos, desequilibrios metabólicos, infecciones hasta riesgo de vida por el uso de sustancias de relleno no autorizadas.
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En tanto, desde las organizaciones LGBTIQ+ y travestis/trans apuntaron sobre los recortes y la discriminación. "Desde que asumió Milei, nada fue igual, recortaron muchísimos tratamientos. Pero no solamente hormonales, sino todo tipo de tratamiento prolongado de personas LGBTIQ+ y personas trans y travestis. Nuestra comunidad, históricamente ha tenido problemas de salud. Pero durante los gobiernos peronistas recibíamos respuestas en todos los hospitales. Había complejidades, dificultades, pero siempre se terminaban solucionando", contó a El Destape la activista y Fundadora de La Rosa Naranja Asociación Civil, Marcela Antonia Tobaldi.
"Los directores de los hospitales públicos del país nos están diciendo que ellos van a seguir con los tratamientos hormonales para la comunidad, ahora bien: existe una población travesti/trans adulta mayores de 50 años que tienen otras patologías relacionadas con los problemas de los siliconomas -todos aquellos productos que se inyectaron para generar los cuerpos feminizados-", contó. Entre ellas, se destacan otras patologías como -por ejemplo- problemas de presión alta. "Ese tipo de medicación es la que no se está consiguiendo, la situación ha sido de un retroceso increíble y estamos yendo prácticamente a los años '50".
En este contexto, Tobaldi señaló que las condiciones económicas son aún más complejas con pensiones no contributivas que apenas sobrepasan los 200 mil pesos o jubilaciones mínimas insuficientes. "Estamos trabajando con la provincia de Buenos Aires para lograr una reparación histórica para travestis/trans adultas mayores de 50 años", sumó.
Según Fundación Huésped, la precariedad laboral es una de las características que afecta a la población. La proporción de quienes trabajan en el sistema formal es baja y como consecuencia, sólo 1 de cada 10 hombres y mujeres trans tiene aportes jubilatorios. El trabajo sexual continúa siendo la salida laboral más frecuente para las mujeres trans. "En la experiencia del acompañamiento, muchas no llegan al servicio público porque sigue habiendo discriminación. Sigue existiendo esa barrera del estigma y la discriminación, no respetan la identidad de la compañera y la siguen llamando en masculino -aunque algunas tengan cambiada su identidad de género en el DNI-. En la mayoría de los casos que acompañamos durante el último año, el diagnóstico ha sido de tuberculosis... Eso habla de las condiciones en las que viven, el hacinamiento, condiciones de insalubridad y muchas se encuentran en situación de calle. Cuando llegan al servicio público, ya lo hacen con su salud muy deteriorada", completó Georgina Orellano de Ammar (Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina).
Qué dice la Ley de identidad de género
La Ley de Identidad de Género (26.743) establece que todas las personas mayores de 18 años pueden acceder a tratamientos integrales hormonales y/o intervenciones quirúrgicas para adecuar su cuerpo, incluida su genitalidad, a su identidad de género autopercibida, sin necesidad de requerir autorización judicial o administrativa.
El acceso a dichos tratamientos debe estar garantizado por los centros de salud estatales, privados o del subsistema de obras sociales. En febrero pasado, el gobierno de Javier Milei modificó por decreto el artículo 11 de la Ley sancionada en 2012 y eliminó la posibilidad de los menores de edad -previo principios y requisitos establecidos, entre ellos un paso previo judicial- a acceder a la intervención quirúrgica total o parcial de género.
Identidad de género: los peligros de la transición sin supervisión médica y la importancia
Los peligros de no acceder a la intervención de transición de género sin supervisión médica
En este contexto, desde el Consultorio de Diversidad del Hospital de Clínicas de la UBA, Yamile Mocarbel (MN 122977) y Elbio Genovesi (MN 137322), especialistas en Endocrinología, advirtieron que aún dentro de la población con derecho a una salud integral de acuerdo con su expresión de género, existe alrededor de un 10% de las consultantes que iniciaron su transición sin supervisión médica. “La mayoría de estos casos corresponden a mujeres trans que recurren a anticonceptivos orales para su hormonización. Si bien estos productos contienen estrógenos, las dosis y formulaciones no son las adecuadas ni seguras para un proceso de afirmación de género. Por otro lado, tenemos casos aislados de utilización de inyecciones con sustancias de relleno para aumento mamario y glúteo”, detallaron Mocarbel y Genovesi.
Los profesionales remarcaron que la transición de género mediante modificaciones corporales realizadas de forma autogestiva y sin supervisión no presenta ningún beneficio, siendo el caso de la autogestión de hormonas una de las más decepcionantes ya que puede generar resultados ineficaces o subóptimos y por ende no obtener los cambios deseados. Remarcaron que lo más preocupante son los efectos secundarios y riesgos para su salud.
Cuáles son los peligros de no acceder a la ley de identidad de género
Según detallaron los médicos especialistas, la falta de monitoreo profesional puede dar lugar a complicaciones como problemas hepáticos, aumento del riesgo de coágulos sanguíneos o desequilibrios metabólicos. En cuanto al uso de inyecciones de aceites, estas prácticas son extremadamente peligrosas y pueden dar lugar a infecciones graves, malformaciones y, en los casos más severos, poner en riesgo la vida.
En este marco, remarcaron que es fundamental acercarse a profesionales especializados para evitar riesgos. “La transición hormonal bajo supervisión médica permite generar un espacio de acompañamiento donde la persona que consulta va a recibir información basada en evidencia científica acerca de los mejores esquemas hormonales disponibles, los cuales se adaptarán a cada caso individual”, sostuvo Mocarbel.
Cómo es el proceso de transición de género
El proceso de transición de género es un camino personalizado que requiere el apoyo de un equipo multidisciplinario de especialistas. Dentro de las especialidades que pueden formar parte se incluyen: endocrinología, ginecología, urología, cirugía plástica, psicología, psiquiatría, fonoaudiología y dermatología, entre otras. Desde el hospital de Clínicas, sostuvieron que no todas las personas necesitarán la intervención de cada una de estas áreas, ya que la atención se personaliza en función de las necesidades específicas de cada consultante.
“Se discuten en este proceso los cambios esperables, los tiempos de instauración de dichos cambios, cuáles son reversibles y cuáles no, se indaga acerca de interacciones farmacológicas posibles en quienes están recibiendo medicación por otro motivo y, finalmente se abordan aspectos vinculados a la preservación de la fertilidad, anticoncepción y salud sexual, que impactan al iniciar la transición hormonal”, explicó Genovesi.
De esta manera, los médicos insistieron en la importancia del cumplimiento de la ley de identidad de género y evitar eventuales efectos adversos posibles asociados al uso de los esquemas hormonales, que por ejemplo, en el caso de mujeres trans principalmente puede provocar eventos tromboembólicos, mientras que en el caso de varones trans, un aumento de los glóbulos rojos en sangre.