Detuvieron a un importante narco uruguayo en el barrio de Flores

Es investigado en Uruguay por el atentado que sufrió la fiscal Mónica Ferrero. La detención fue concretada a partir de una operación coordinada entre ambos países.

20 de noviembre, 2025 | 18.42

En las últimas horas, la Policía Federal Argentina detuvo al uruguayo Luis Fernando Fernández Albín, líder del clan que lleva su nombre y estaría vinculado a Sebastián Marset, uno de los narcos de mayor renombre del país vecino.

El líder de "Los Albín", banda que opera en Cerro Norte, es investigado en Uruguay por el atentado que sufrió la fiscal Mónica Ferrero. Fue detenido por la división Operaciones Federales de la Superintendencia Investigación contra el Narcotráfico de la PFA en la calle Terrero al 100, en el barrio porteño de Flores.

Su captura fue posible tras la emisión de una circular roja por parte de Interpol. Durante los allanamientos, en el marco del operativo Nueva Era II en una causa por narcotráfico y lavado de Activo, le secuestraron dos celulares que serán peritados y dinero en efectivo.

Para la Justicia uruguaya, sería el líder de una organización criminal dedicada al macro tráfico y tráfico internacional en Uruguay y en la región. Pero no es el único detenido por el caso. Por otra parte, el expediente por su captura está en mano de la jueza María Romilda Servini, con intervención de la PROCUNAR, a cargo del fiscal Diego Iglesias.

Cómo fue la captura del narco uruguayo

La foto principal del operativo fue una rama de la causa que registra el hallazgo de dos toneladas de droga en una chacra de la zona uruguaya de Punta Espinillo a principios de agosto de este año.

La justicia uruguaya también trabaja en la causa, por la que ya cuatro personas fueron detenidas. Durante los allanamientos también incautaron una camioneta y un auto. Esta semana, tras una investigación de la Fiscalía de Estupefacientes de Primer Turno uruguaya, junto con la PFA y la PROCUNAR en Argentina, se dio la etapa II del caso.

Mientras se daba la captura de Fernández Albín, en Uruguay llevaron adelante cuatro allanamientos en la Ciudad de la Costa y en Montevideo y fueron detenidas tres personas, entre los que se encontraba su esposa Katherín, de 36 años, a la que llaman "Chula". Los otros dos arrestados son: una empleada del matrimonio, de 44 años, y con antecedentes penales, y el hijo, de 23, de esta.

En total, se secuestraron tres vehículos (un Chevrolet Montana, un Volkswagen T-Cross y un Renault Kwid), siete celulares y documentación vinculada a la causa por la que se los investiga.

El prontuario criminal de Luis Fernando Fernández Albín

El narco uruguayo pisó una cárcel por primera vez a los 22, el 18 de marzo de 2009, según medios del país vecino. Con el paso de los años y mientras cumplía con su condena, se convirtió en un narco "pesado" y fortaleció su poder tras las rejas, teniendo incidencia en el exterior y cobrándose decenas de vidas. 

En el seno de su familia se asesinaba y vendía droga como si fuera una costumbre. Parte del clan logró mantenerse durante años hasta volverse una de las bandas "más peligrosas del país", como las definió el gobierno actual.

El hombre, de 38 años, habría ingresado al país con identidad falsa.

Según Montevideo Portal, su primer delito fue por tenencia de estupefacientes “no para consumo”, según la sentencia de ese día, por la que fue procesado sin prisión, por lo que cumplió prisión domiciliaria.

Las autoridades tienen evidencia de que logró escabullirse bajo una identidad falsa que le permitió estar al frente de cargamentos de droga que ingresaban al país. Para ese entonces, ya había establecido contactos con Bolivia desde donde provenían varios kilos de pasta base y cocaína que luego eran comercializados en barrios de Montevideo. 

En ese entonces, los investigadores lo ubicaron como la persona encargada de hacer el nexo entre los vendedores de droga y quienes la recibían en Uruguay. Fue sentenciado por un delito de tráfico de drogas en la modalidad de exportación y organización, y debió cumplir la pena en la cárcel. 

Tras salir en libertad, volvió a quedar a disposición de la Justicia porque nuevamente se había involucrado en el tráfico de drogas. Tras la investigación, volvió a ser enviado a prisión y cumplió la pena en la cárcel de Maldonado. 

En 2024 fue vinculado al atentado contra la sede del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) en la calle Cerro Largo, cuando uno de los dos ocupantes de una moto disparó contra la fachada. Además, también se investigó su participación en el atentado que sufrió la fiscal de Corte, Mónica Ferrero, en su casa.