A partir de las inundaciones que sufrió la Provincia de Buenos Aires, se vieron afectadas distintas rutas por los destrozos que provocaron las abundantes precipitaciones en la zona norte del conurbano y el interior de la provincia.
En este contexto, Vialidad Nacional informó que avanzan en la reparación de los 103 kilómetros más perjudicados de la Ruta Nacional 35. Allí trabajan agentes de Bahía Blanca en conjunto con cuadrillas y maquinaria de La Pampa, Córdoba y Río Negro.
Si bien ya se estableció el tránsito a través de desvíos en los kilómetros 26 y 32, aún permanece la restricción para todo tipo de vehículos en el kilómetro 65, sobre el arroyo Chasicó.
Qué obras se realizan sobre la Ruta Nacional 35
Los trabajos se realizan a lo largo de los 103 kilómetros más perjudicados. En este sentido, "en el kilómetro 26, ya se encuentran instaladas las cuatro alcantarillas de 14 metros de largo y 2 de diámetro, y se avanza con la incorporación por capas de 700 m³ de material granular, que luego será compactado. Esto permitirá restituir los 40 metros lineales del terraplén socavado hasta completar el nivel de la rasante", detallaron desde Vialidad.
Por otra parte, en el kilómetro 32 se lleva a cabo la construcción de un desvío y, sobre el kilómetro 65, se conformó un terraplén de avance y se colocaron cuatro alcantarillas de 20 metros de largo y 2 de diámetro.
A la vez, se ejecutaron trabajos de movimiento de suelo y desmonte por fuera de la zona de camino, en la mano de Santa Rosa a Bahía Blanca, que abarcó la remoción de 35.000 m³ de material.
También, se instaló una alcantarilla en la cuneta del acceso al desvío (sentido a Bahía Blanca) donde aún resta aplicar capas de material rocoso para lograr la consolidación definitiva de la calzada, lo que será esencial para el tránsito de vehículos de gran porte.
En última instancia, se trabaja en la generación de pendientes adecuadas en los taludes de ambos lados del desvío. De manera complementaria, se está implementando un sistema de drenaje mediante la construcción de canales laterales en las cunetas, que se constituirán como una infraestructura esencial para gestionar el flujo de agua y así prevenir la acumulación sobre la calzada.
Además, se destinarán 6000 toneladas de mezcla de agregado de piedra partida para estabilizar las capas estructurales dañadas, como así también están en proceso de reparación alcantarillas ubicadas entre los kilómetros 16 y 103 para proporcionar estabilidad a las estructuras erosionadas, ya que representan un riesgo para la transitabilidad.
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