Este miércoles al mediodía, la provincia de Tucumán se sumergió en el pánico cuando unos jóvenes encontraron a un hombre muerto en una cancha de fútbol. El cuerpo se encontraba debajo de un árbol, en un predio ubicado en el cruce de las calles Pellegrini y Lavaisse, de la capital tucumana, cuando fue percibido por niños que pasaban por el lugar.
El hombre fue identificado como Ramón Ruiz Díaz, de 64 años. Ahora, las autoridades del caso investigan los pormenores del hecho debido a que, dos días antes, Ramón había sido denunciado por abusar de su nieta. Por el momento, la causa está caratulada como "muerte dudosa".
Actualmente, se analizan todas las hipótesis pero, según indican medios locales, el hombre no habría fallecido allí ya que no se encontraron rastros de sangre ni signos de violencia compatibles con un ataque en el lugar.
Luego del llamado de los jóvenes a la policía, la Unidad Fiscal de Homicidios II, a cargo de Carlos Sale, llegó al lugar acompañada por los investigadores Paula Orellana, Alejandro Andole y Sofía Sierra. Además, se dio intervención al Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) para recolectar posibles evidencias que puedan esclarecer el hecho.
El fiscal Sale informó que, el pasado lunes 15 de septiembre, el sujeto había sido denunciado en la seccional 9ª por un supuesto abuso sexual contra su nieta. Sin embargo, vecinos de la familia señalaron en distintos portales que no se habían registrado incidentes entre el sujeto y sus familiares después de la denuncia.
Los resultados preliminares de la autopsia
Si bien aún se espera para la realización y obtención de los resultados completos de la autopsia, la cual será llevada a cabo entre este jueves y viernes, existe en este momento información preliminar, la cual se puede utilizar para teorizar hasta que lleguen los resultados finales.
Uno de los principales indicios que hubo fue la presencia de una herida en el rostro, la cual aseguran que no fue causal de la muerte de Díaz.
A su vez, el médico forense indicó que el cuerpo no presentaría signos claros de violencia, aunque tenía una herida en la región femoral de una de sus piernas. En el lugar se detectaron manchas pardo rojizas sobre la ropa, que consistía en prendas de grafa y borcegos, y una botella de vidrio rota con su contenido derramado en el suelo.
El caso alteró a vecinos de la zona, quienes describieron al sujeto como “una persona conocida en el barrio”.
La investigación continuará su curso habitual, a cargo de la Unidad Fiscal y, por el momento, se espera por la conclusión final de la autopsia para seguir avanzando.