El misterio de un cuerpo enterrado en Río Negro resolvió un crimen inconcluso por el que ya hay un detenido: los detalles

El cuerpo fue encontrado en un pozo de casi dos metros en un predio rural perteneciente a un hombre de 64 años. Los detalles tras la intensa búsqueda.

25 de julio, 2025 | 11.48

Hace un mes nadie sabía qué había pasado con Eduardo Rubén Fuentes, de 32 años. Lo buscaban en Río Negro bajo la descripción de lo que vestía la última vez que se lo vio con vida. Desde entonces, los detalles eran confusos, sin ningún dato certero, pero familiares y amigos no cesaban su búsqueda. Hasta ayer, que encontraron su cuerpo enterrado en Pellegrini, Cinco Saltos.

El pozo, de casi dos metros de profundidad, se encontraba en una zona rural que le pertenece a un hombre de 64 años, imputado y detenido como autor material del crimen. Según pudieron establecer las autoridades, el cadáver presentaba signos de violencia.

Fueron la División de Canes de la Policía de Río Negro, la Brigada Rural y el personal de la Brigada de Investigaciones y Criminalística quienes dieron con el hallazgo, pese a que la zona ya había sido rastrillada anteriormente.

Tras la detención del hombre, se cree que la formulación de cargos se levará a cabo este viernes. Mientras tanto, la Policía busca esclarecer cómo fueron las últimas horas de Fuentes, desaparecido hace un mes, a través de distintos peritajes en la zona.

Fuentes, al momento de su desaparición, vestía un gorro de lana color naranja, una campera de neoprene color celeste, pantalón y buzo de color negro y zapatillas deportivas negras. Medía 1,65, tenía ojos marrones, de contextura robusta y cabello negro corto lacio, a la vez que presentaba cuatro tatuajes.

Mientras tanto, la causa quedó a cargo del fiscal Leandro López, quien se encuentra a la espera de los resultados de la autopsia.

Encontraron más de 20 cadáveres cerca de un ex centro clandestino en Córdoba

El 10 de julio pasado, se conoció que una veintena de cadáveres fueron encontrados en una fosa común ubicada en un predio descampado del barrio Campo de la Ribera, en la zona sudeste de la ciudad de Córdoba. El descubrimiento se produjo a pocos metros de donde funcionaba un Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio (CCDTyE) durante la última dictadura militar. Las primeras hipótesis buscaban relacionar ambos datos, pero tras las pericias pertinentes, dieron con que los huesos databan de muchos años más.

Según las primeras pericias, pertenecerían a víctimas de una epidemia de cólera que afectó gravemente al país a fines del siglo XIX, especialmente en 1880 y no estarían relacionados con crímenes de lesa humanidad.

El hallazgo se produjo por una serie de excavaciones que se estaban dando en el terreno. Ni bien aparecieron, se notificó de inmediato a las autoridades y fueron los especialistas forenses los que analizaron los restos para esclarecer el detrás.