Existe una planta milagrosa que es ideal para aplicarse en el rostro. Tener una piel joven, hidratada, firme y saludable no implica necesariamente el uso de productos costosos o de hacerse muchos tratamientos faciales. Afortunadamente, existen muchos remedios caseros con plantas que te pueden dejar una piel de ensueño.
Esta planta es el aloe vera. Desde la antigüedad, el aloe vera fue muy valorado por sus múltiples beneficios para la salud, e incluso es conocida como "la planta de la inmortalidad”. Se caracteriza por tener una pulpa transparente y viscosa ubicada en el interior de sus hojas. Este gel contiene muchas vitaminas, minerales, antioxidantes y compuestos calmantes que lo convierten en un aliado infalible para el cuidado de la piel.
Beneficios del aloe vera para la piel
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Hidratación ligera y profunda a la vez: esta planta tiene una textura acuosa que penetra con facilidad en la piel, aportando frescura. Es perfecta sin importar tu tipo de piel.
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Calma irritaciones: muchas personas la usan para aliviar el ardor por quemaduras solares, ya que alivia rojeces, picazón, pequeñas quemaduras causadas por el sol, además de otras molestias, cutáneas gracias a sus propiedades antiinflamatorias.
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Protección antioxidante: es rica en vitaminas como la C y la E ayudan a neutralizar radicales libres, retrasando signos de envejecimiento prematuro.
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Estimula la regeneración: favorece la producción natural de colágeno y elastina, colaborando en la elasticidad y suavizando cicatrices o marcas.
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Sensación refrescante inmediata: ideal para aplicar en verano. Si te quemaste la piel o querés hacerte una mascarilla refrescante, podés ponerla en la heladera.
Cómo aplicarlo correctamente
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Retirar el gel interior del aloe vera, con mucho cuidado. Evitar la savia amarillenta, ya que puede irritar la piel.
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Probar primero en una zona pequeña. Aplicar en el antebrazo y esperar 24 horas para descartar reacciones adversas.
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Limpiar bien la piel y extender una capa fina sobre el rostro o solo en áreas puntuales.
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Dejar actuar de 10 a 20 minutos y retirar con agua tibia, o bien dejar una capa muy ligera durante la noche como mascarilla hidratante.
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Repetir este proceso de 2 a 3 veces por semana, para mantener el rostro hidratado y fresco.
Precauciones a tener en cuenta
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Aunque es seguro en la mayoría de los casos, el aloe vera puede causar irritación en pieles muy sensibles o si se usa el látex de la planta (la parte amarilla). También aplicado en exceso puede resecar en vez de hidratar.
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Quienes tienen rosácea, eczema o piel muy reactiva, tendrían que consultar a un dermatólogo antes de incorporarlo a su rutina diaria.