China dio un paso clave hacia la modernización y diversificación de su sistema alimentario al aprobar por primera vez un ingrediente alimenticio basado en micoproteína. Esta decisión no solo abre el mercado a nuevas fuentes de proteína, sino que establece un marco regulatorio detallado que define cómo debe producirse, etiquetarse y utilizarse esta proteína fúngica, un avance significativo para la seguridad alimentaria del país.
El ingrediente aprobado proviene del hongo Fusarium venenatum, conocido internacionalmente por su uso en productos de proteína alternativa, pero que hasta ahora carecía de regulación específica en China. La empresa detrás de este desarrollo, Fushine Bio, opera la mayor planta de micoproteína de Asia-Pacífico y comercializa su producto bajo el nombre FuNext, que se obtiene a partir del micelio del hongo mediante fermentación controlada usando glucosa y agua.
Esta tecnología muestra una eficiencia productiva impresionante: las cepas aprobadas pueden duplicar su biomasa cada cinco horas, lo que implica una producción mucho más rápida y controlada que la proteína animal tradicional. Además, la micoproteína ofrece un perfil nutricional completo, con todos los aminoácidos esenciales, alto contenido en fibra, micronutrientes importantes y sin colesterol, siendo baja en grasas y muy versátil para distintas aplicaciones culinarias.
Fushine Bio ofrece FuNext en tres formatos: una versión húmeda con textura fibrosa ideal para productos como albóndigas o nuggets, una versión seca en polvo para alimentos enriquecidos y nutrición funcional, y un formato de corte entero que simula la estructura muscular para platos más elaborados. Esta variedad permite adaptarse a diferentes necesidades del mercado y del consumidor.
Lo que diferencia esta aprobación en China es el nivel de detalle y la certeza regulatoria que ofrece. A diferencia de otros países donde la seguridad alimentaria se basa en autoevaluaciones, China estableció criterios claros de composición, procesos y etiquetado, incluyendo advertencias para grupos sensibles como niños y embarazadas. Esto reduce la incertidumbre para la industria y fomenta inversiones y escalabilidad en la producción.
Más allá del mercado local, este estándar nacional podría influir en otros países de Asia-Pacífico que buscan fortalecer su autonomía alimentaria sin aumentar la presión sobre los ecosistemas. La micoproteína se presenta así como una solución innovadora que combina biología y tecnología para enfrentar desafíos globales.
Los detalles del proyecto de China
La producción de micoproteína requiere mucho menos suelo, agua y energía en comparación con la ganadería, además de generar significativamente menos emisiones de gases de efecto invernadero. Al cultivarse en tanques cerrados, también minimiza riesgos ambientales como la contaminación del suelo y el uso excesivo de antibióticos, contribuyendo a un sistema alimentario más sostenible.
Sin embargo, existen desafíos como la rigidez de la pared celular del hongo, que puede limitar la digestibilidad de la proteína. Para mejorar esto, se están explorando técnicas avanzadas, incluyendo edición genética y procesos físicos o químicos combinados, buscando optimizar la accesibilidad y aprovechamiento nutricional.
Con la mirada puesta en el futuro, Fushine Bio ya comenzó la construcción de una nueva línea industrial para aumentar su producción anual de 1.200 a 200.000 toneladas, reflejando la confianza en aplicaciones que van más allá del consumo humano directo, como la alimentación de mascotas, nutrición médica especializada e incluso misiones espaciales, donde la eficiencia y estabilidad son cruciales.
Esta innovación no pretende reemplazar por completo a la ganadería, pero sí aliviar tensiones clave en la producción de alimentos. Puede reducir la dependencia de importaciones, ofrecer una fuente estable de proteínas en zonas urbanas y diversificar la dieta sin exigir más recursos naturales. Integrada en productos cotidianos y con políticas públicas adecuadas, la micoproteína puede ser una herramienta para descarbonizar la alimentación paulatinamente.
