¿Por qué las mujeres mayores de 55 años se despiertan a las 3 de la mañana?

Los despertares nocturnos en mujeres tras los 55 años son comunes y tienen causas hormonales y de estilo de vida.

02 de diciembre, 2025 | 19.56

Despertarse a las 3 de la mañana se convirtió en una experiencia frecuente para muchas mujeres mayores de 55 años. Según un análisis de Harvard Health, esta situación responde tanto a cambios biológicos como a factores ligados al estilo de vida, generando inquietud en quienes la padecen.

La Dra. Kathryn Corelli, internista especializada en menopausia del Hospital Brigham and Women’s, afirmó que “los trastornos del sueño en esa etapa de la vida son muy comunes” y detalló que la principal causa de estos despertares es la alteración hormonal propia de la menopausia. La caída abrupta de estrógeno y progesterona modifica los ciclos del sueño, favoreciendo que las mujeres se despierten en plena madrugada.

Además, los síntomas vasomotores como los sofocos y sudores nocturnos suelen aparecer en las primeras horas de la mañana, interrumpiendo el descanso. “Estos síntomas te despertarán, por supuesto”, señaló Corelli, subrayando la dificultad que implican para mantener un sueño continuo.

El envejecimiento también afecta la calidad del sueño. A medida que pasa el tiempo, el sueño se vuelve más superficial y la fase profunda y reparadora se reduce. Este cambio se acompaña de una modificación en el ritmo circadiano, que provoca que las personas mayores tiendan a acostarse y levantarse más temprano. La especialista explicó que “las personas mayores suelen necesitar menos horas de sueño y se despiertan antes a medida que envejecen”, un proceso natural que no se puede revertir completamente.

Otros factores que afectan el sueño

Pero no solo las hormonas y la edad influyen en estos despertares. El estrés y la ansiedad, muy comunes en la menopausia, suelen intensificarse durante la noche y dificultan conciliar el sueño. También, los problemas urinarios como la necesidad frecuente de ir al baño son causas habituales. Corelli señaló que “la urgencia y la frecuencia urinaria son razones comunes por las que las mujeres se despiertan a las 3 de la mañana después de los 55”. Aunque levantarse una vez para ir al baño es normal, hacerlo varias veces puede dañar seriamente la calidad del descanso.

Consultar a un especialista es clave si la fatiga persiste y afecta tu día.

El dolor crónico, sea por artritis, neuropatía o problemas en la espalda, tiende a empeorar durante la noche por la caída de la temperatura corporal y la producción de cortisol, generando despertares frecuentes. Además, algunos medicamentos para la hipertensión o trastornos del ánimo pueden fragmentar el sueño, por lo que Corelli recomienda evaluar con un profesional el equilibrio entre el tratamiento y su impacto en el descanso.

Los hábitos cotidianos también juegan un papel clave. Consumir alcohol, cafeína o comidas pesadas antes de dormir altera las fases profundas del sueño y dificulta alcanzar un descanso verdaderamente reparador. En especial, el alcohol afecta la estructura del sueño, según el análisis de Harvard Health.

Las consecuencias de estos despertares nocturnos pueden ir más allá del cansancio y el mal humor. Si se repiten constantemente y generan agotamiento, podrían indicar un trastorno de salud que requiere atención médica. Por eso, la recomendación principal es consultar con un especialista si el insomnio persiste o si hay fatiga crónica, para detectar posibles causas y ajustar tratamientos.

La caída hormonal en la menopausia altera tus ciclos naturales de sueño profundamente.

Por último, modificar los hábitos de consumo y establecer una rutina relajante antes de acostarse ayudan a mejorar la calidad del sueño. Identificar los factores que alteran el descanso y abordarlos de manera personalizada puede marcar una gran diferencia en el bienestar general, concluye Harvard Health.