En los últimos años, creció notablemente el interés por las plantas medicinales y los remedios naturales como opción para el cuidado de la salud. La Asociación Nacional de Profesionales y Autónomos de las Terapias Naturales (Cofenat) destaca que este fenómeno responde a una búsqueda de autocuidado y métodos menos invasivos para tratar malestares comunes o prevenir enfermedades.
Organismos internacionales como la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) avalan el uso de plantas medicinales para aliviar síntomas leves y promover el bienestar general. Según sus informes, cuando se usan correctamente, conociendo bien la especie y la dosis, estas plantas pueden ser efectivas para problemas digestivos, insomnio, ansiedad y afecciones leves de la piel o vías respiratorias.
Las seis plantas ideales para tener en casa
Desde Cofenat, se identificaron seis plantas medicinales ideales para uso doméstico por sus propiedades comprobadas y accesibilidad:
1. Manzanilla: Reconocida por aliviar trastornos digestivos leves, reducir la ansiedad y mejorar el sueño. Sin embargo, debe evitarse en personas alérgicas a las compuestas o asteráceas, ya que puede causar reacciones adversas.
2. Tomillo: Funciona como antiséptico y expectorante natural, muy útil para resfriados y afecciones respiratorias leves, aliviando la tos y la irritación de garganta.
3. Caléndula: Empleada para calmar irritaciones y problemas en la piel, se usa en cremas o infusiones y es segura para aplicaciones frecuentes.
4. Menta: Destacada por sus efectos calmantes, ayuda a manejar el estrés y el insomnio, además de mejorar trastornos digestivos leves.
5. Malva: Posee propiedades antiinflamatorias y emolientes, indicada para aliviar irritaciones en mucosas y afecciones respiratorias leves.
6. Lavanda: Combina efectos ansiolíticos y antiespasmódicos, comúnmente usada en infusiones o aceites para calmar la ansiedad, el insomnio y dolores musculares.
Sin embargo, Cofenat advierte sobre la importancia de la precaución al incorporar plantas medicinales a la rutina diaria. Es clave identificar correctamente la planta, conocer sus contraindicaciones —especialmente en embarazo, lactancia e infancia— y revisar posibles interacciones con otros medicamentos.
Además, la calidad y procedencia del producto son fundamentales para garantizar eficacia y seguridad. La asociación señala que errores comunes, como hervir plantas que solo requieren infusión, usar dosis incorrectas o recurrir a productos adulterados, pueden anular los beneficios esperados e incluso causar daños.
La forma de preparación —infusión, decocción o tintura— y la dosis adecuada influyen directamente en la concentración de los principios activos. Una dosis insuficiente no produce efecto, mientras que un exceso puede ser tóxico.
Este creciente interés en remedios naturales refleja una búsqueda social por alternativas compatibles con el organismo, que promuevan el respeto ambiental y cuenten con respaldo científico, evitando la sobremedicación.
Así, el autocuidado responsable y el acceso a información confiable empoderan a las personas para gestionar mejor su salud. Prestar atención a cada detalle, desde la selección hasta la administración, asegura el máximo aprovechamiento de las propiedades medicinales.
Una elección incorrecta o una preparación sin rigor pueden reducir la eficacia del remedio, por eso la calidad y el conocimiento preciso son claves para obtener beneficios reales y seguros de las plantas medicinales.
