La pospandemia se ha caracterizado por mantener hábitos del contexto de cuarentena que pueden resultar muy perjudiciales para la salud. El teletrabajo y la inactividad han acostumbrado a muchas personas a pasar horas frente a una computadora, condicionando por ejemplo la circulación sanguínea de las piernas.
Este tipo de cuestiones favorecen la aparición de várices, edemas, "arañitas" y otras alteraciones en las piernas, que bien podrían ser inexistentes si incorporáramos pequeños cambios en la rutina. El médico Daniel López Rosetti sintetizó con claridad qué mecanismo circulatorio está en juego cuando hablamos de estas apariciones.
"La sangre de los miembros inferiores debe subir hacia el corazón, desafiando la gravedad. Para lograrlo, las venas cuentan con válvulas que impiden que la sangre retroceda y necesitamos que los músculos de las piernas actúen como una bomba", explicó el experto.
Para que ello ocurra, el doctor recomienda algo tan simple como indispensable: moverse durante cinco minutos, una vez por hora. No es necesario hacer ningún gran esfuerzo, con solo caminar, subir o bajar una escalera o flexionar las piernas algunas veces es suficiente.
"Esto alcanza para proteger la circulación venosa, reducir la posibilidad de desarrollar varices o trombos y favorecer la salud vascular integral", indicó López Rosetti y aseguró que incorporar este pequeño hábito puede marcar una gran diferencia en el bienestar diario.
Por qué es importante sumar rutinas de ejercicios
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 4 adultos no cumple con los niveles recomendados de actividad física semanal, cuando bien sabemos que incorporar movimiento de manera constante y regular es una de las claves para prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida.
La OMS también indica que la falta de ejercicio eleva el riesgo de muerte entre un 20% y un 30% en relación a las personas que sí mantienen una rutina activa.
Qué ejercicios favorecen la circulación
Para sumar actividad física a la rutina sin que resulte difícil o sin que signifique un cambio muy brusco es ideal comenzar con ejercicios sencillos que podamos disfrutar. Por ejemplo:
- Caminar. Es el ejercicio más efectivo y simple ya que la presión del pie sobre el suelo activa el flujo sanguíneo.
- Andar en bicicleta. Pedalear fortalece los músculos de las piernas sin ejercer presión excesiva sobre las venas, lo que mejora el retorno venoso.
- Nadar es ideal porque la flotabilidad del agua reduce la presión sobre las venas y ayuda a fortalecer todos los músculos del cuerpo, favoreciendo la circulación.
- Bailar resulta excelente para la circulación y el retorno venoso.
- Hacer posturas de yoga o ejercicios de pilates, que son disciplinas que promueven la circulación sanguínea a través de movimientos y estiramientos.