Molesto o divertido, dependiendo de cada quién y también su duración, el hipo es una de las cosas más comunes entre las personas. Ya sea porque ingerimos de forma rápida algún alimento o bebida, o respiramos muy rápido, aparece sin pedir permiso. Pero la biodescodificación encuentra en el hipo un significado más allá que puede encender alarmas en muchas personas.
Esta medicina alternativa busca el significado emocional detrás de lo que sucede en nuestros cuerpos. Según la biodescodificación, tener hipo tiene un significado particular. Esta contracción que se forma en el diafragma, y se repite cada 15 o 30 segundos, es producto de la necesidad de la persona por ralentizar una situación o acontecimiento que está viviendo en ese momento.
En pocas palabras, se trata de un impedimento por detener algo que está molestando de forma inconsciente, y se expresa en no poder para de reír, comer, beber, dando como resultado hipo.
¿Cómo detener el hipo?
Ni sustos ni tomar agua, la verdadera forma de detener el hipo es tratando de calmar la respiración y tomar el control del momento. Pero si de biodescodificación hablamos, justamente, se trata de asumir que hay algo más de fondo y tratar de indagar sobre qué es.
Tomar el control de hipo tiene que traspolarse a tomar el control de la situación que te está afectando. Siempre lo mejor es acudir a un profesional de la salud mental, para poder trabajar en eso que en el fondo de nuestra psiquis nos está haciendo mal, y se expresa como síntoma en nuestro cuerpo.
Ahora bien, existen también alternativas como la meditación, que en momentos de crisis pueden ayudar a mantener un poco más el control. A continuación te compartimos un ejercicio de respiración para que le hagas frente al hipo y comiences a trabajar ese problema que hay de fondo:
- Postura inicial: sentate en una silla o en el suelo, con la espalda recta pero relajada.
- Respiración diafragmática: apoyá una mano en el abdomen y otra en el pecho. Inhalá lenta y profundamente por la nariz durante 4 segundos, procurando que solo se eleve el abdomen.
- Retención: mantené el aire dentro durante 7 segundos, con suavidad, sin forzar.
- Exhalación lenta: soltá el aire por la boca en 8 segundos, como si soplaras por una pajita.
- Repetí el ciclo 5 a 7 veces, hasta que notes que el diafragma empieza a relajarse.