Hoy en día, la mayoría de los niños tiene un celular Smpartphone, pero la ciencia asegura que esta no es la mejor decisión que los padres podrían tomar para su desarrollo. A partir de ahí, surge la pregunta de muchos padres de a qué edad es correcto que un niño tenga un celular. De acuerdo con las investigaciones realizadas sobre el tema, esto tiene tanto riesgos como beneficios que es necesario tener en cuenta a la hora de tomar esta decisión.
Según los investigadores, en Reino Unido, por ejemplo, un 91% de los chicos de 11 años ya tiene celular. Darles un celular a niños de estas edades puede generar problemas como adicción, ansiedad, exposición a contenido inapropiado para su edad, entre otros problemas. Sin embargo, también es cierto que al día de hoy, los celulares son una parte indispensable de nuestra vida cotidiana y los usamos para trabajar, estudiar, comunicarnos, guardar recuerdos, entre otras cosas, y muchas veces, los niños cuyos padres no les dan un celular se sienten excluidos de sus compañeros.
Qué dice la ciencia sobre el uso de celulares en niños
Hasta ahora, la mayoría de los estudios se centran en adolescentes y no en niños. Según datos de Ofcom, el ente regulador de comunicaciones del Reino Unido, el 44% de los niños a los 9 años ya tiene celular, y el 91% a los 11. En Estados Unidos, un 37% de los padres de niños de entre 9 y 11 años dice que sus hijos ya tienen celular. En un estudio europeo realizado en 19 países, el 80% de los chicos de entre 9 y 16 años reportó usar celulares para conectarse a internet diariamente o casi todos los días.
Candice Odgers, profesora de psicología en la Universidad de California, Irvine (EE.UU.), asegura que más del 90% de los adolescentes tiene un teléfono para cuando llegan a la adolescencia tardía. Odgers revisó seis meta-análisis que exploran la relación entre el uso de tecnología digital y la salud mental de niños y adolescentes, además de otros estudios de gran escala.
Los beneficios de la tecnología en niños y adolescentes
Aunque es cierto que algunos niños y adolescentes pueden tener experiencias negativas con la tecnología, también existen beneficios. Por ejemplo, la mayoría de los chicos usa sus celulares para comunicarse con personas que ya forman parte de su entorno: amigos, familiares y compañeros de clase. Según Odgers, el celular puede ser una herramienta para reforzar los vínculos, no necesariamente una fuente de aislamiento.
Incluso, en lugar de restarles autonomía, los celulares pueden favorecerla. Un estudio danés con chicos de entre 11 y 15 años mostró que los celulares pueden aumentar la movilidad independiente, ya que los padres se sienten más seguros cuando pueden comunicarse fácilmente con sus hijos. Además, muchos niños afirman que tener un celular mejora su experiencia al aire libre: pueden escuchar música, hablar con amigos o consultar mapas si están en lugares desconocidos.
Los riesgos de la tecnología en niños y adolescentes
Por supuesto, también existen riesgos. Sonia Livingstone, profesora de psicología social en la London School of Economics y coautora del libro Parenting for a Digital Future, señala que los adolescentes pueden sentirse muy presionados por las normas sociales que circulan en redes. Esto hace que estén al tanto de las últimas tendencias y que quieran pertenecer a ciertos grupos y parecer. Es decir, los celulares pueden hacerles sentir grandes presiones.
“Imaginá que sos un adolescente preocupado porque sentís que tu cuerpo está cambiando de forma ‘incorrecta’, o que tu sexualidad es distinta a la de tus amigos, o que te angustia el cambio climático mientras los adultos parecen no darle importancia”, dice Livingstone. En esos casos, el celular puede ser una vía para buscar contención, pero también puede amplificar la sensación de soledad o diferencia.
Conclusiones: ¿A qué edad conviene que los niños usen celulares?
Los investigadores dicen que no hay una edad universal ni una regla única. Lo fundamental es tener en cuenta varios factores: la madurez del niño, su capacidad para gestionar el tiempo en pantalla, su entorno social y la presencia o no de adultos que acompañen activamente su uso del dispositivo.
Muchos expertos coinciden en que no se trata solo de “dar o no dar” el celular, sino de cómo se da: con qué reglas, qué límites, qué tipo de conversaciones se tienen en casa sobre el uso de redes, sobre la privacidad, sobre el respeto y la salud emocional. En resumen, más allá de lo que digan los estudios, la decisión de cuándo darle un celular a un niño debe ser individual, pensada y acompañada, y se le debe explicar tanto los riesgos como los beneficios que ofrece la tecnología.