Nuevas tendencias: cómo el juego une crianza y valores en la educación

El juego recupera su lugar clave en la educación. Te contamos las tendencias que potencian valores y aprendizaje en Argentina.

28 de octubre, 2025 | 14.16

En Argentina, el juego está recuperando su lugar central en la educación y la crianza. Más allá del entretenimiento, se consolida como herramienta pedagógica que desarrolla habilidades cognitivas, emocionales y sociales. Familias y educadores buscan juguetes con valor educativo que respeten los tiempos naturales de aprendizaje.

Pedagogías alternativas: aprender haciendo

Las metodologías Montessori y Waldorf ganan terreno en jardines y hogares argentinos. Estos enfoques proponen materiales que estimulan la exploración sensorial y el pensamiento lógico. "Cuando un juguete despierta curiosidad, se convierte en una herramienta de aprendizaje poderosa", explica Cristina Caffaro de Vulcanita, uno de los mayores distribuidores de las principales marcas de juguetes en Argentina. Los juguetes sin pantallas permiten que los chicos aprenden a su ritmo, desarrollando autonomía y creatividad.

Bilingüismo: el juego sin fronteras

En un mundo globalizado, el aprendizaje de idiomas comienza cada vez más temprano. El juego se convierte en el vehículo perfecto para introducir nuevas lenguas de forma natural. Personajes como Dora la Exploradora conectan generaciones, enseñando inglés y español mediante aventuras lúdicas. Esta exposición temprana a dos idiomas desarrolla mayor flexibilidad cognitiva y habilidades comunicativas en los niños.

Educación emocional: jugar para cuidar

La empatía y el cuidado del otro encuentran su espacio en el juego simbólico. Propuestas como Scruff-a-Luvs, donde los niños "rescatan" y cuidan animales de peluche, promueven valores esenciales. Según Unicef, estos juegos que involucran cuidado y transformación fomentan la conciencia social desde la primera infancia. El juguete se convierte así en metáfora del compromiso afectivo.

Crianza consciente: elegir con sentido

Las familias argentinas muestran mayor información al seleccionar juguetes. Ya no se guían solo por modas, sino por valores y objetivos educativos claros. En redes sociales y comunidades de padres circulan recomendaciones de juguetes que promueven juego libre, bilingüismo y empatía. Muchos adultos encuentran en estos juegos un puente con su propia infancia, creando así una conexión generacional.

Las pedagogías alternativas le dan un nuevo sentido al juguete.

El mercado de juguetes educativos en Latinoamérica refleja este cambio: crecerá a una tasa anual del 9,2% hasta 2034. Esta tendencia responde a una transformación cultural más profunda donde prima la crianza consciente y el desarrollo emocional.

El verdadero valor del juego

Las experiencias lúdicas de calidad enseñan mucho más que contenidos académicos. Desarrollan la capacidad de resolver problemas, la tolerancia a la frustración y el trabajo en equipo. En tiempos de hiperconectividad, el juego se convierte en un espacio protegido para el desarrollo integral.

"La clave está en entender que no se trata de tener juguetes, sino de vivir experiencias", afirman desde Vulcanita. Cada juego cuenta una historia donde el niño es protagonista y cada objeto tiene un sentido educativo.

Jugar dejó de ser solo diversión para convertirse en una herramienta fundamental en la formación de personas más creativas, empáticas y conscientes. En este nuevo paradigma, elegir cómo jugamos es también elegir qué valores transmitimos.