Desempañar los vidrios del auto en días fríos o lluviosos es un verdadero dolor de cabeza, sobre todo si se quiere evitar el aire acondicionado por el consumo o porque no funciona. Sin embargo, siempre hay trucos rápidos y fáciles para lograr una buena visibilidad sin tener que encender el climatizador.
Con la llegada del invierno, las temperaturas bajo cero en varias ciudades generan escarcha en los autos y calles, por lo que la tarea de despejar los vidrios se transforma en un ritual casi diario. El empañamiento ocurre debido a la condensación del vapor de agua. Cuando el interior del auto está más caliente que el exterior, la humedad se adhiere al vidrio, produciendo esa molesta nubosidad.
En lugar de usar la mano o un trapo para ver hacia adelante, podés probar algunas soluciones más efectivas. Primero, abrir las ventanillas durante unos minutos puede ayudar a que circule el aire, equilibrando así la temperatura dentro del vehículo. Apenas las abris un poco, el aire húmedo sale y la condensación disminuye.
Otra opción interesante es recurrir a una mezcla casera de partes iguales de agua y vinagre blanco. Con un rociador, podés aplicar la solución sobre el parabrisas antes de salir y luego limpiarlo con un trapo seco. El vinagre actúa como un agente antiadherente, evitando que la humedad se instale en el vidrio.
Además, colocar bolsas de gel de sílice dentro del auto es una buena idea para absorber la humedad. Al situarlas en el tablero o en las puertas, ayudaron a mantener el interior seco, reduciendo la condensación.
Para prevenir el empañamiento, es clave mantener el auto seco y limpio. Evitar dejar objetos mojados, como paraguas, dentro del vehículo y asegurarse que no hubiera filtraciones de agua por ventanas o sellos dañados es muy importante. También es recomendable revisar los filtros del aire acondicionado.
La sal, una inesperada aliada para que no se empañen los vidrios
Por otro lado, con la llegada del invierno, un truco viral que da que hablar es colocar sal en las ventanas de casa para combatir la humedad. Según Andy Ellis, experto en el tema, la sal actúa como un deshumidificador natural. Simplemente hay que dejar un recipiente con sal en las ventanas, ya que este ingrediente evita que el agua se condense y formen gotas, lo que podría ensuciar los vidrios y dañar los marcos.
Ellis destacó que “la sal tiene la capacidad de absorber naturalmente la humedad del aire y lo seca de modo que cuando entra en contacto con el vidrio, se forman menos gotas de condensación”. Para aquellos que se preguntan qué hacer cuando la sal ya absorbió toda la humedad, el experto recomendó reutilizarla. Aunque se apelmaza, un golpe de horno o dejarla secar puede devolverle su efectividad.
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