Cónclave: cómo es el proceso de elección del papa

Durante los cónclaves papales es que se elige al nuevo líder de la Iglesia. Enterate cómo se da.

06 de marzo, 2025 | 18.48

La elección de un nuevo Papa es un evento de gran relevancia para la Iglesia católica y para millones de fieles en todo el mundo. Este proceso, conocido como cónclave, se lleva a cabo en la Ciudad del Vaticano y está rodeado de una serie de rituales y normas que han evolucionado a lo largo de los siglos. Desde el momento en que un Papa renuncia o fallece, el Colegio Cardenalicio tiene la responsabilidad de elegir a su sucesor mediante una serie de votaciones secretas.

Uno de los cónclaves más recientes y recordados fue el de 2013, cuando, tras la renuncia de Benedicto XVI, el mundo entero estuvo expectante hasta que, el 13 de marzo, el humo blanco se elevó sobre la Capilla Sixtina anunciando la elección del nuevo Papa. Ese día, Jorge Bergoglio, el cardenal argentino, se convirtió en el Papa Francisco, marcando un hecho histórico para la comunidad católica y para Argentina.

El proceso de selección del Papa ha experimentado cambios a lo largo del tiempo, desde elecciones influidas por la opinión popular hasta el sistema actual basado en el voto de los cardenales. Hoy en día, el cónclave sigue normas estrictas que garantizan la confidencialidad y la integridad del proceso, en un ambiente de reflexión y oración para elegir al nuevo líder de la Iglesia.

¿Cómo se elige a un Papa?

Cuando un Papa fallece o renuncia, el trono papal queda vacante y se inicia el proceso de sucesión. Tras un periodo de entre 15 y 20 días, los cardenales menores de 80 años se reúnen en la Capilla Sixtina para celebrar el cónclave. Este evento se lleva a cabo en un ambiente de absoluto hermetismo, sin contacto con el exterior, con el objetivo de evitar influencias externas en la elección.

El cónclave es el organismo eclesiástico responsable de elegir al nuevo Papa.

El proceso de votación es riguroso. Cada cardenal emite su voto en secreto y lo deposita en una urna. Para que un candidato sea elegido, debe obtener al menos dos tercios de los votos. Si ningún candidato alcanza esta mayoría, las papeletas se queman y el humo negro indica que aún no se ha llegado a una decisión. Las votaciones continúan hasta que se logra un consenso.

El significado del humo blanco

Uno de los momentos más emblemáticos del cónclave es la fumata, el humo que sale de la chimenea de la Capilla Sixtina. Si las papeletas quemadas generan humo negro, significa que no se ha elegido a un Papa. Sin embargo, cuando finalmente se alcanza la mayoría requerida, el humo blanco anuncia al mundo la elección del nuevo sumo pontífice. Poco después, el cardenal protodiácono anuncia la famosa frase "Habemus Papam" desde el balcón de la Basílica de San Pedro, revelando la identidad del nuevo Papa.

El cónclave es un proceso cargado de historia y tradición, que refleja la continuidad de la Iglesia Católica en el tiempo. Con cada elección papal, se renueva el liderazgo de la institución y se define el rumbo que tomará la Iglesia en los años venideros.