El veterinario Mariano Alejandro Bonetto estuvo en boca de todos en 2016, cuando quedó grabado cómo acuchilló a Nuria Couto y Natalia Grenbenshicova en el Parque Irala de La Boca. El Tribunal Oral en lo Criminal N° 22 lo condenó a prisión perpetua en 2018 por el doble crimen, pero en diciembre de 2024 se lo declaró imputable y se firmó su traslado del Hospital Borda, donde cumplía la sentencia, a una clínica psiquiátrica en Córdoba. Este fin de semana, los familiares de las víctimas denunciaron que fue visto en un partido de fútbol en la provincia de Córdoba. “Ni se preocupa para guardar las apariencias", se quejaron.
Bonetto estuvo viendo un partido de fútbol entre el club Recreativo y Olimpo, de acuerdo a las imágenes que circularon en las redes sociales. Ana Rodionova, mamá de Natalia, manifestó su enojo ante la situación en diálogo con Noticias Argentinas: “En Navidad lo trasladaron a escondidas y desde ese momento estaba segura de que todo fue organizado para liberarlo”.
“Nos enteramos de su traslado ya cuando se lo llevaron. Injusticia es poco”, subrayó y señaló que no es la primera vez que habían querido derivar a la provincia donde viven sus papás.
Las adolescentes fueron asesinadas sin mediar palabra cuando salieron de la Escuela Superior de Bellas Artes Manuel Belgrano. Bonetto las atacó con una navaja cuando estaban festejando un cupleaños. Nuria, de 18 años, recibió 17 puñaladas y Natalia, otras 4. En ese momento intervino un vecino, quien se lanzó contra el atacante, le quitó la navaja y se la clavó en el cráneo.
En diciembre de aquel año la jueza de instrucción Wilma López decidió que el asesino fuese declarado inimputable y sobreseído. En la sentencia con fecha del 14 de diciembre, la magistrada señaló, "de conformidad con lo normado en el art. 34 inc. 1° del Código Penal de la Nación", en el que dice que "no es punible el que no haya podido en el momento del hecho -ya sea por insuficiencia de sus facultades, por alteraciones morbosas de las mismas o por su estado de inconsciencia, error o ignorancia de hecho no imputable comprender la criminalidad del acto o dirigir sus acciones".
El fallo decretó "como medida de seguridad" su internación durante 25 años en el Programa Interministerial de Salud Mental Argentino (PRISMA), del Complejo Penitenciario Federal Número 1 de Ezeiza, "debiendo ser sometido a un tratamiento adecuado".
Finalmente, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 22, integrado por los jueces Ángel Nardiello, Patricia Cusmanich y Sergio Paduczak, aceptó el pedido de las querellas y le dictó prisión perpetua, al considerar que sí sabía lo que hacía y que eligió a las víctimas.
En diciembre de 2024, en tanto, la jueza Patricia Somer, del juzgado civil N°25, ordenó su traslado a una clínica de salud mental en Córdoba, de donde Bonetto era oriundo.
La macabra carta en la que aceptó ser culpable
"Señora Jueza: Me dirijo a usted con la necesidad imperiosa de comunicarle que en este momento soy víctima de mi propia mentira. He sido declarado inimputable mediante una entrevista con profesionales en la que bajo los efectos del miedo a ser puesto en juicio y condenado mentí.
No fui inducido por ningún demonio a ejecutar mi plan de asesinar, lo hice porque era mi voluntad más profunda en ese momento, nada puede hacerse sin el consentimiento de uno mismo. Por lo tanto hoy me pesa en forma de culpa el hecho de ser declarado merecedor del Artículo 34.
Exijo que la rueda de psiquiatras y psicólogos me revalúe, en nombre de la justicia de una causa de la que a la luz de los hechos y del tiempo transcurrido me siento absolutamente culpable. También pido ser sacado de prisma y ser alojado en un pabellón común, no necesito de ningún tratamiento y estoy posiblemente excluyendo de esa posibilidad a alguien que lo necesite realmente. Quise declarar la última vez que estuve en condiciones de hacerlo pero la verdad es que no me animé.
Le ruego que atienda mi reclamo, sé que todo esto suena un poco raro porque va 'en contra' de los intereses normales pero es la verdad que sale de mi corazón. Desde ya muchas gracias".