Los fiscales que intervienen en el jucio de la modelo y conductora Julieta Prandi contra su expareja Claudio Contardi por abuso sexual hicieron un pedido categórico este viernes, al reclamarle al Tribunal N° 2 de Campana que dicte 20 años de cárcel y su detención inmediata. El jueves, se había rechazado el pedido de prisión preventiva del acusado, quien planteó: "Nunca abusé sin consentimiento".
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Sin embargo, la fiscalía remarcó en la audiencia de hoy que "no ha quedado ninguna duda" de lo que sucedió: "El señor en oportunidad de encontrarse casado con Julieta Prandi , abuso sexualmente en retiradas oportunidades". Los fiscales aseguraron además que llegaron a esta conclusión, no solamente por el testimonio de la modelo, quien aseguró que "su vida era un infierno", sino también por "la contundencia de las pruebas científicas" y de todos los profesionales que declararon.
En ese sentido, los fiscales dijeron que quedó acreditado que Prandi no miente y que "ha padecido un grave daño psicológico, más allá de los abusos". "Pido se pronuncien por un veredicto de culpabilidad respecto del acusado. Voy a solicitar condenar a la pena de 20 años de prisión", aseguró uno de ellos ante el tribunal de Campana. La alta condena está relacionada con la valoración que hizo la fiscalía de la duración en el tiempo de los abusos, el daño ocasionado y la extensión a sus hijos como agravante.
Durante las audiencias, Prandi denunció que Contardi la violó de forma reiterada durante al menos tres años. La causa, impulsada por la UFI N°4 de Escobar y elevada a juicio por el juez Luciano Marino, se apoya en el testimonio de Prandi, pero también en una pericia oficial que confirmó indicadores de victimización sexual y violencia familiar.
La denuncia se radicó en 2021, y detalla abusos ocurridos entre julio de 2015 y marzo de 2018, mientras convivían en un barrio privado de Escobar. Según Prandi, los ataques comenzaron tras el nacimiento de su primer hijo. La modelo describió cómo su expareja la sometía físicamente, la tomaba del cuello, la atacaba mientras dormía y la obligaba a mantener relaciones sexuales bajo amenazas e insultos.
Además, relató un patrón de violencia psicológica y control: le prohibía manejar, la aislaba de sus seres queridos, le impedía comunicarse con su familia y la obligó a cambiar su número telefónico. “Contardi le decía que ella le pertenecía, que era su mujer y que era su obligación tener relaciones sexuales con él”, indica el expediente.
La pericia oficial: indicadores de abuso y daño psicológico
Una psicóloga de la Asesoría de la Procuración evaluó a Prandi y concluyó que su relato era coherente, consistente y acompañado de una afectividad congruente. El informe descartó cualquier componente fabulatorio y confirmó signos compatibles con victimización sexual y violencia familiar. “Cuando Contardi llegaba a su casa, ella se descomponía del miedo que le tenía”, indica el documento. Incluso, según Prandi, sus padres conocieron a su primer hijo recién cuando el niño cumplió cuatro años, debido al aislamiento impuesto por el acusado.
Este tipo de pericias fue determinante en otras causas de alto perfil, como las que condenaron al músico Cristian Aldana y al ex futbolista Jonathan Fabbro.
Qué dijo Contardi: la insólita defensa
La expareja declaró por primera vez el jueves y justificó los abusos contra la conductora. "Nunca abusé de ella sin su consentimiento", dijo llorando frente a los jueces. Cuando repitió su relato, depsués de una extraña pausa larga, se corrigió y aseguró: "Nunca tuve relaciones sexuales con ella sin su consentimiento".
En esa línea, el acusado sostuvo que es un hombre de familia, que acaba de ser papá con su nueva pareja hace 20 días y que "estaba enamorado de Julieta. Tuvimos dos hijos porque el deseo era de ambos". En varias ocasiones dio detalles de "un matrimonio feliz", cómo se conocieron, la relación con sus hijos previo a lo ocurrido y sostuvo: "Nunca pensé que iba a pasar esto". Más allá de esto, no contestó preguntas y marcó, principalmente, que se trata de "mentiras" por una cuestión económica.
Mientras Contardi daba su versión de los hechos, el Poder Judicial de Campana desplegaba una importante serie de medidas de seguridad y protección para la denunciante; entre ellas, la colocación de un biombo para que Prandi no tenga ningún tipo de contacto con su ex marido. "Julieta me pidió por favor no verle la cara a este sujeto. La presencia física de víctima e imputado en un juicio de estas características puede causar una revictimización absoluta", aseguró Javier Baños, abogado que forma parte de la querella.