Pese a que el gobernador Maximiliano Pullaro y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, insisten en resaltar la baja de la tasa de homicidios en la provincia de Santa Fe, los homicidios no cesan. Pablo Nicolás Longo (28), fue imputado este miércoles por la tarde por el asesinato de Alejo Riveros (26), un barbero que fue hallado muerto dentro de su local, situado en el barrio Larrea, en la zona noroeste de Rosario.
El homicidio ocurrió el viernes 25 de abril por la noche, cuando Riveros estaba por cerrar su local situado en México al 1200 bis, pero el cuerpo fue encontrado al día siguiente, en horas de la mañana, por su padre. Desde un primer momento, los familiares de la víctima afirmaron que no habían robado nada del negocio y enfatizaron que Alejo únicamente atendía “con turnos y a gente conocida”, ya que caso contrario no abría la puerta.
Según la acusación dada a conocer por la fiscal María de los Ángeles Granato, Longo atacó por la espalda a la víctima con un martillo y después le dio 35 puñaladas en el cuello. Ante la jueza Eleonora Verón, la fiscal señaló que Longo esperó a que Riveros se diera vuelta para pegarle con un martillo en la parte trasera de la cabeza. Una vez que cayó al piso, lo atacó con un arma blanca. Luego, de acuerdo a la reconstrucción del caso, se subió a un Fiesta Max y se fue.
Los familiares explicaron que, en la audiencia, la fiscal dijo que Longo había salido con una joven que actualmente era la pareja de Riveros y que, desde que el sospechoso rompió su relación, comenzó a entablar comunicación con Alejo. “Cuando Alejo me comentó que por esta chica había aparecido en escena este pibe le dijimos que era enfermizo. Que se alejara del chico y de la piba. Él se le aparecía en la barbería y Alejo nunca le había dado la dirección. Solo un enfermo puede hacer esto”, afirmó a Canal 3 la hermana de la víctima desde las puertas del Centro de Justicia Penal.
Mientras que Graciela, la mamá de Alejo, indicó: “Fue (un ataque) a traición, esperó a que se diera vuelta. Alejo tenía el mate en la mano. Le iba a preparar mate a él. Me siento devastada, mi hijo no está. Se la pasaba trabajando para pagar las horas de vuelo porque quería ser piloto”.
“Sabíamos que (Longo) era el ex novio de una novia de Alejo. Nada más. No lo conocíamos. Sí por una foto, pero nada más. Estamos con mucho dolor, mucha bronca, sentimientos que no se pueden describir. Cómo pudo haber hecho esto, ¡35 puñaladas!”, agregó Fabián, padre de Riveros, quien encontró el cadáver en la barbería.
Rosario: un policía armado secuestró a su expareja y fue abatido tras disparle a un agente de Gendarmería
La ciudad de Rosario también fue testigo de otro hecho violento. Un efectivo de la Policía de Santa Fe que se encontraba fuera de servicio fue abatido por personal de Gendarmería nacional tras protagonizar un grave episodio de violencia de género en la zona norte del territorio rosarino.
El suceso se registró alrededor de las 6.30 de la mañana frente a una vivienda de Pavlov al 1300, en barrio Parque Casas. Fuentes policiales indicaron al medio Rosario3 que varios llamados al 911 alertaron sobre la presencia de un hombre armado que se comportaba de manera agresiva.
El efectivo, identificado como Cristian Ariel Oficialdegui, fue a la casa de su ex pareja (42) y, a punta de pistola, la obligó a subir a su auto Renault Megane. La mujer, a las pocas cuadras, logró bajarse del vehículo y corrió hasta su domicilio.
Sin embargo, el hombre –que prestaba servicio bajo la categoría de subinspector y de licencia– volvió al lugar, efectuó dos disparos al aire y, minutos después, se enfrentó con dos gendarmes que acudieron a la escena por la denuncia.
Según los primeros datos recolectados por el fiscal Lisandro Artacho, a cargo de las medidas investigativas del caso, el policía no llevaba el uniforme, sino que tenía puesto un chaleco balístico sin identificación de la fuerza y un arma en cada mano al momento de enfrentar a los gendarmes en la intersección de Pavlov y Washington minutos antes de las 7.
Los efectivos intentaron calmar la situación, pero el policía efectuó un disparo que hirió en una pierna a uno de los gendarmes. La respuesta fue inmediata: el agresor recibió tres tiros que le provocaron la muerte.
El fiscal Artacho dio intervención a la División de Asuntos Internos y al gabinete criminalístico de la Policía de Investigaciones. Ordenó la toma de testimonios, levantamiento de material balístico y relevamiento de cámaras de videovigilancia de toda la zona.