Si bien una power bank es la alternativa más directa, existen otras soluciones que pueden sacarte del apuro y que no requieren infraestructura compleja para cargar tu celular cuando te quedas sin luz. Todos necesitamos opciones más efectivas para cargar un teléfono cuando no hay electricidad.
A continuación, un repaso de las estrategias más seguras, qué equipos conviene tener en casa y qué errores evitar para no dañar la batería del dispositivo.
Power bank: la opción más fiable
Las baterías portátiles son, según especialistas, la herramienta más confiable durante un apagón. Permiten cargar un celular una o varias veces (según su capacidad medida en mAh) y vienen con protecciones contra sobrecalentamiento, cortocircuitos y sobrecarga.
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Una power bank de 10.000 mAh suele ofrecer entre 1,5 y 2 cargas completas.
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Las de 20.000 mAh o más permiten alimentar incluso tablets o dispositivos múltiples. Lo ideal es mantenerla cargada y almacenarla en un lugar fresco. Las altas temperaturas reducen su vida útil.
Otras alternativas si no tenés power bank
- Cargadores solares: son pequeños paneles portátiles que transforman la luz solar en energía. Funcionan incluso en días parcialmente nublados, aunque la carga es más lenta. Son ideales para emergencias prolongadas.
- El auto como fuente de energía: usando un adaptador USB, el encendedor del vehículo puede cargar el smartphone. Es una opción rápida, pero no conviene abusar: dejar el autoencendido varias horas consume combustible y usar la batería interna del coche con el motor apagado puede agotarla.
- Cargar desde otra notebook: una laptop cargada funciona como “batería gigante” a través del puerto USB. Es lento, pero útil si no hay otra opción.
Cómo extender la batería cuando no hay luz
Mientras buscás cómo cargarlo, también podés hacer que dure más:
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Activá el modo ahorro.
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Bajá el brillo al mínimo.
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Desactivá WiFi, Bluetooth, GPS y apps en segundo plano.
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Usá solo lo imprescindible: llamadas, mensajería y mapas.
