La encuesta Ciberseguridad 2025, realizada por Edelman para Microsoft, revela que la preocupación por los ataques digitales va en aumento: el 76% de los profesionales de TI percibe más amenazas que hace dos o tres años y el 62% considera que su organización enfrenta un nivel alto de riesgo. Este escenario está marcado por incidentes recurrentes como malware (53%) y phishing (42%), que siguen siendo los vectores más frecuentes en las empresas argentinas.
Frente a este panorama, la IA se convirtió en un aliado clave. Nueve de cada diez compañías creen que tendrá un impacto fuerte o moderado en la seguridad, y más de la mitad ya depende de sus agentes para automatizar procesos, priorizar alertas o contener incidentes con mayor rapidez. La tendencia muestra que la defensa digital empieza a apoyarse no solo en herramientas, sino en automatización inteligente y análisis a gran escala.
Cómo se están preparando las organizaciones
Según el informe, el 74% de las empresas ya cuenta con una estrategia formal de ciberseguridad y el 88% integra este tema en la estrategia general del negocio. También crece el involucramiento de los directorios: más de la mitad participa activamente en decisiones de seguridad. Sin embargo, todavía persisten áreas pendientes como la protección de identidades (solo el 20% la considera una fortaleza) y la capacitación interna, que alcanza apenas el 26%.
Aun así, el nivel de preparación mejora: el 35% cree estar altamente listo para enfrentar amenazas y el 47% se ve en un nivel moderado. La combinación de IA con enfoques como Zero Trust, sumada a la telemetría a gran escala, aparece como una de las claves para robustecer la seguridad en entornos cada vez más complejos.
Por qué crecen los agentes de IA en ciberseguridad
El informe muestra que los agentes de IA no solo aceleran la respuesta: también ayudan a estandarizar procesos, cerrar brechas de talento y mejorar la resiliencia del negocio. Ya se utilizan en áreas como infraestructura (59%) y finanzas y administración (52%), lo que indica una adopción transversal dentro de las compañías.
Estos agentes permiten automatizar tareas críticas, reducir tiempos de investigación y aplicar políticas de forma consistente. Para las empresas, la pregunta dejó de ser “si” invertir en IA, y pasó a ser cómo escalarla de manera segura y responsable.
Las 6 recomendaciones clave
El estudio destaca seis líneas de acción para fortalecer la seguridad en la era de la inteligencia artificial:
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Priorizar la seguridad desde la dirección: gestionar riesgos de manera estratégica.
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Reforzar hábitos digitales: proteger identidades y monitorear activos en la nube.
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Mejorar la resiliencia: identificar vulnerabilidades y planificar respuestas.
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Invertir en las personas tanto como en las herramientas.
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Prepararse para el futuro: anticipar cambios y compartir inteligencia de amenazas.
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Facilitar el uso seguro: fomentar prácticas responsables en vez de prohibiciones.
