Hollow Knight: Silksong es el juego del momento y ya está oficialmente disponible para descargar desde cualquier consola. El universo gamer vivió una revolución con la llegada de la esperada secuela del videojuego desarrollado por Team Cherry. Si todavía no lo tenés, podés asegurar tu copia entrando a la tienda de Steam. Aprovechá que la promoción de lanzamiento se mantiene y no hay excusas para no sumarlo a tu biblioteca.
Además de Steam, donde se consigue por solo $6.99 USD Silksong también se puede disfrutar en otras plataformas. Si contás con una suscripción activa a Xbox Game Pass, podés descargarlo directamente desde la aplicación oficial. En PlayStation, el título también está disponible con la misma experiencia completa. En estos últimos dos casos, a un precio de $19,99 USD (Xbox permite conseguirlo a $1 USD por dos semanas con el PC Game Pass).
Cómo descargar el Hollow Knight: Silksong
La experiencia de Silksong promete mantener el estilo desafiante y artístico que convirtió al primer Hollow Knight en un clásico moderno. El título trae mapas más grandes, nuevos enemigos y una protagonista con habilidades únicas que hacen que la jugabilidad sea distinta y fresca. Su descarga es un proceso sencillo en cualquier plataforma: Microsoft Store para Xbox, PlayStation Store para consolas de Sony y Steam para PC.
Descargar en Xbox
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Entrá a la Microsoft Store desde la consola o la web.
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Buscá Hollow Knight: Silksong.
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Seleccioná Comprar o Descargar (si lo tenés con Game Pass).
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El juego se instalará en tu biblioteca.
Descargar en PlayStation (PS5 y PS4)
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Abrí la PlayStation Store.
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Escribí Hollow Knight: Silksong en el buscador.
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Tocá en Comprar o Descargar.
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Se instalará automáticamente en tu consola.
Descargar en PC (Steam)
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Abrí el cliente de Steam o la página web.
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Buscá Hollow Knight: Silksong.
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Añadilo al carrito y completá la compra.
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Desde tu biblioteca, iniciá la descarga.
Eso sí: Silksong funciona en Windows, macOS y SteamOS/Linux. Para jugar sin problemas, necesitás como mínimo un procesador de 64 bits, 4 GB de RAM, una tarjeta gráfica tipo GeForce GTX 560 Ti (1 GB) o equivalente, y al menos 8 GB de espacio libre en disco. Si buscás un rendimiento más sólido, lo recomendable es contar con un procesador i5, 8 GB de RAM y una placa GTX 1050 o Radeon R9 380.