Spotify volvió a quedar en el centro de la escena tecnológica por un conflicto que combina música, derechos de autor e inteligencia artificial. Aunque la plataforma es líder mundial en streaming, su relación con algunos artistas atraviesa uno de sus momentos más tensos. En los últimos días, apareció en Spotify una cuenta falsa que imitaba a la banda King Gizzard & the Lizard Wizard con canciones generadas por IA, pese a que el grupo había retirado su catálogo meses atrás en protesta por las decisiones empresariales de Daniel Ek, CEO de la compañía.
El caso expuso un problema que crece: la facilidad con la que la IA puede replicar estilos, voces y letras sin autorización. La controversia se originó en julio, cuando varios músicos decidieron bajar toda su discografía del servicio tras conocerse que el CEO de Spotify había invertido en una compañía de IA orientada a usos militares.
Una cuenta fake que aprovechó el vacío
Entre ellos estaba la banda australiana King Gizzard & the Lizard Wizard, cuyo líder, Stu Mackenzie, manifestó públicamente su rechazo. Pero la historia sumó un capítulo inesperado cuando apareció un perfil prácticamente idéntico —bajo el nombre “King Lizard Wizard”— que subía temas generados con inteligencia artificial copiando títulos y letras de las canciones originales.
Según Futurism, el perfil imitador no solo utilizó el nombre casi igual, sino que publicó música creada con IA que reproducía el estilo de la banda. A pesar de que las políticas de Spotify prohíben expresamente la suplantación de identidad, el algoritmo llegó a recomendar esos temas a usuarios reales, lo que impulsó miles de reproducciones.
Spotify confirmó luego que la cuenta violaba las reglas y eliminó todo su contenido. En un comunicado enviado a Computer Hoy, la empresa aseguró: “El contenido en cuestión fue eliminado por infringir nuestras políticas”. También negó que los responsables hayan podido monetizar esas reproducciones: “No se pagaron royalties por ninguna reproducción generada”.
Críticas y preocupación por el futuro
La reacción de la comunidad no tardó en llegar. En redes sociales, varios usuarios cuestionaron duramente a Spotify por no detectar la suplantación a tiempo. Algunos incluso anunciaron que darán de baja su suscripción, molestos por lo que consideran una falta de control ante los abusos de la IA. Un fan lo resumió así en Reddit: “Una mala imitación de IA, desde la estética hasta el nombre del grupo, copiando sus canciones. Es deplorable”.
Si bien el caso podría verse como una excepción, marca una señal de alerta. Con herramientas de IA capaces de generar música cada vez más convincente, diferenciar lo real de lo sintético será un desafío que Spotify y la industria deberán enfrentar para proteger a los artistas y evitar nuevos conflictos.
