El pasado 1 de julio de 2025, un telescopio del proyecto ATLAS, instalado en Chile, detectó un objeto que no pertenecía al sistema solar. Fue bautizado como 3I/ATLAS y se trata del tercer visitante interestelar registrado en la historia de la astronomía, posterior a Oumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019).
Desde entonces, su paso por nuestro sistema generó un gran entusiasmo y debate en la comunidad científica por sus características físicas, incluso hubo teorías que hablaron de un posible origen "extraterrestre". Este miércoles, el cometa alcanzará su perihelio (punto más alto) a unos 210 millones de kilómetros del Sol y se acercará a la Tierra el próximo 19 de diciembre, hasta el momento no representaría ningún peligro.
¿Por qué el cometa 3I/ATLAS es llamativo?
Desde que fue descubierto, el cometa 3I/ATLAS mostró un comportamiento alejado del patrón de los cuerpos celestes. Al principio presentó una particular "anti-cola", un chorro de material dirigido hacia el Sol, que era contraria a las típicas. Esta anomalía sorprendió y habilitó a un astrofísico de Harvard a plantear que podría tratarse de un objeto "extraterrestre".
Avi Loeb sostiene que “el objeto es una nave espacial alienígena que está desacelerando” y sugirió que la anti-cola sería un mecanismo de “empuje de frenado” que, una vez completado, daría lugar a una cola convencional.
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El científico israelí-estadounidense es conocido por su trabajo en el proyecto Galileo y la Iniciativa Black Hole de la Universidad de Harvard, en 2019 ya había generado polémica al proponer que Oumuamua, el primero de los objetos interestelares detectados, podría ser una sonda enviada por otra civilización.
Otra de sus teorías, en 2023, es que vinculó las esferas metálicas encontradas en el Pacífico con restos de otro cuerpo interestelar. Todas estas experiencias previas reforzaron su perspectiva sobre 3I/ATLAS, que para él no sería un cometa común. “El objeto mostró varias características anómalas y presentamos la hipótesis de que pueda tener origen tecnológico y posiblemente hostil”, afirmó Loeb en conjunto con sus colegas Adam Hibberd y Adam Crowl.
El brillo del cometa generó opiniones cruzadas en la comunidad científica. Hay quienes indican que proviene de compuestos como cianuro y níquel que emiten luz verde tras interactuar con la radiación solar.
Mientras que para el equipo del proyecto ATLAS se trata de granos de hielo que reflejan la luz de modo singular. A estas hipótesis, también se suma la trayectoria desconcertante, cuya aceleración no responde a los efectos gravitatorios y tiene encuentros inusuales con Venus, Marte y Jupiter.
¿Qué hace único al cometa 3I/ATLAS?
Su "anti-cola" se encuentra formada principalmente por dióxido de carbono y agua, con trazas de cianuro y una aleación de níquel nunca vista en la naturaleza, sino usada en procesos de fabricación humana.
Otro de los rasgos sorprendentes es la actividad del cometa a grandes distancias del Sol. A diferencia de otros que permanecen inactivos, este ya liberaba gases y partículas, lo que sugiere que su superficie tiene zonas activas extensas o materiales volátiles distintos a los esperados.
Sobre la trayectoria, el cometa sigue una órbita hiperbólica, lo confirma su origen interestelar. Pero como tiene una alienación casi perfecta y acercamientos calculados a Venus, Marte y Júpiter, Loeb supone que esta disposición orbital puede facilitar la "llegada de una nave extraterreste a la Tierra".
