En un mundo donde el maquillaje de ojos solía girar en torno al dramatismo, las extensiones y las máscaras ultra pigmentadas, surge una tendencia que va en sentido opuesto: las pestañas fantasma o ghost lashes. Este nuevo enfoque propone una mirada con volumen imperceptible, etérea y minimalista, que redefine lo que entendemos por “realzar la mirada”.
Las ghost lashes son una técnica de maquillaje que busca hacer “invisibles” las pestañas sin eliminarlas del todo. A diferencia de los looks tradicionales que priorizan la definición intensa y el grosor, aquí el objetivo es sutil: crear un marco delicado, apenas perceptible, que acompaña al rostro sin imponerse.
Este estilo surgió como respuesta al exceso en el maquillaje de ojos, como el delineado gráfico o las pestañas postizas XXL, y encontró su lugar en editoriales de moda, desfiles y plataformas como TikTok o Instagram, donde el hashtag #ghostlashes suma miles de reproducciones.
Cómo lograr el efecto "pestañas fantasmas"
- La clave está en dos pasos principales: neutralizar el pigmento natural y dar una definición muy leve. El proceso es simple pero preciso:
- Prebase o corrector claro: se aplica una capa muy ligera en las pestañas para apagar el color oscuro natural.
- Máscara transparente o blanca: se usa una máscara incolora o blanca para dar forma sin pigmentación visible.
- Peinado definido: con un cepillo limpio, se separan las pestañas para mantener un aspecto ordenado y prolijo.
- Toques de luz (opcional): agregar iluminador en el lagrimal o párpado ayuda a potenciar ese efecto etéreo y casi “desdibujado”.
- El resultado es una mirada limpia, suave y artística, que acompaña sin competir con otros elementos del rostro.
Las pestañas fantasma son ideales para maquillajes de día de estilo no makeup makeup. También quedan perfectas en producciones editoriales o de moda con enfoque conceptual, en eventos donde se destaque la piel o un labial protagonista o también en looks experimentales o de inspiración andrógina.
Más allá del maquillaje tradicional, según la makeup artist Isadora Del Solar, “este tipo de técnica tiene una vibra muy conceptual. No busca embellecer desde lo obvio, sino desde la idea: es una forma distinta de intervenir el rostro”. Además, la tendencia se inscribe en un movimiento más amplio dentro del mundo beauty que celebra la sutileza, la neutralidad de género y lo experimental.