La NASA presentó un hallazgo sorprendente: el vehículo de exploración conocido como rover Perseverance recolectó un fragmento del terreno marciano que podría contener señales de vida. Según detallaron los especialistas se trata de la muestra más concreta de la existencia de vida en el planeta vecino, por lo que es un gran paso en la ciencia mundial.
La muestra fue obtenida del cráter Jezero, específicamente en la formación Bright Angel, un antiguo lecho lacustre repleto de sedimentos finos y conglomerados. En su interior, se encontraron minerales como vivianita y greigita, sustancias que en la Tierra suelen formarse por acción de microorganismos. Entonces, esto podría significarse que en Marte hay vida microbiana ancestral.
Este descubrimiento ha sido calificado como "el indicio más claro hasta ahora" de rastros biológicos en Marte por parte de científicos como Joel Hurowitz, de la Universidad Stony Brook. No obstante, los expertos subrayan que procesos geológicos no biológicos también pueden generar estructuras similares, y por el momento los datos recogidos por el rover no permiten confirmarlo de forma concluyente.
“El descubrimiento de una posible biofirma en Marte tiene implicaciones profundas para la búsqueda de vida marciana, pero también exige cautela y mucha investigación adicional antes de poder afirmar que ha habido vida en el planeta en algún momento”, explica el español Alberto González Fairén, coautor del estudio. “Es imperativo continuar con el programa de retorno de muestras a la Tierra, donde se podrán analizar y caracterizar estas muestras con instrumentos mucho más completos y avanzados que los que disponemos en Marte”, agrega.
Cuál es el próximo paso para confirmar que hay vida en Marte
Los científicos señalan que será necesario un análisis más profundo para determinar si los compuestos hallados en el cráter Jezero son realmente de origen biológico. La misión Mars Sample Return, que busca traer a la Tierra las muestras recolectadas por Perseverance, aparece como la clave para resolver el enigma, aunque enfrenta demoras por falta de presupuesto. Mientras tanto, se realizarán experimentos en laboratorios terrestres que imiten las condiciones marcianas para evaluar cómo se formaron estos minerales.