Los escobillones son una de a las herramientas de limpieza más usados en toda casa, ya que para que el piso de los distintos ambientes esté siempre limpio y libre de polvo hay que barrer al menos una vez por día. De esa manera, se trata de un artefacto que suele desgastarse rápido y por eso es necesario, por un lado, saber cómo cuidarlo para que dure lo máximo posible, y también entender cuándo es momento de cambiarlo.
Además de no acumular pelusas, restos de comida y suciedad que pueden afectar la higiene del hogar, causar alergias y atraer insectos; mantener el piso limpio también ayuda a conservar mejor los muebles y a que el ambiente se vea ordenado. Siempre conviene usar escobillón en lugar de escoba tradicional porque sus cerdas suelen ser más largas, flexibles y suaves, lo que permite arrastrar mejor la suciedad fina y llegar a rincones sin levantar tanto polvo.
En esa línea, según los expertos, se debería cambiar los escobillones aproximadamente cada seis meses, aunque su duración depende del uso y del cuidado. Si las cerdas están deformadas, abiertas o ya no arrastran bien la suciedad, es señal de que perdió eficacia. También es necesario reemplazarlo antes si se usa a diario en pisos ásperos o si acumula humedad y malos olores. Renovarlo a tiempo asegura una limpieza más eficiente y evita que la mugre se redistribuya en lugar de retirarse.
Trucos para mantener el escobillón de mi casa limpio y sano
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Sacudir después de usar: al terminar de barrer, golpear suavemente el escobillón contra una pared o borde exterior para soltar polvo, pelos y restos atrapados entre las cerdas.
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Lavar periódicamente: cada tanto, sumergir las cerdas en un balde con agua tibia y un chorro de detergente o vinagre. Frotar un poco y enjuagar bien para eliminar la grasa y la tierra acumulada.
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Dejar secar al aire: después de lavarlo, colocarlo boca abajo o colgado para que se seque completamente y no se deformen las cerdas.
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Guardarlo en posición vertical: apoyarlo con las cerdas hacia arriba o colgado, para que no se aplasten ni se doblen al quedar apoyadas en el piso.
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No usarlo en superficies inadecuadas: evitar barrer zonas húmedas, tierra, restos de obra o piedras, porque eso desgasta y abre las cerdas rápidamente.
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Recortar cerdas dañadas: si hay mechones muy doblados o sucios que no se limpian, se pueden recortar con tijera para mantener la forma uniforme.
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Reservar uno para cada uso: si es posible, tener uno para interiores y otro para exteriores para que no entre tierra pesada o barro a la casa.
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Evitar apoyarlo en baldes con agua o productos: la humedad constante en la base debilita el pegamento y pude despegar las cerdas o aflojar el palo.