Ni manteca de cacao, ni bálsamo: el producto definitivo para cuidar los labios agrietados en invierno

Los labios agrietados son un problema muy común en invierno, y entre tantos productos de farmacia, hay uno en específico que ayuda a solucionarlo definitivamente.

01 de julio, 2025 | 14.33

Con la llegada del frío, los labios suelen ser una de las primeras partes del cuerpo en mostrar signos de sequedad. Agrietados, tirantes o con pequeñas heridas, son una zona particularmente sensible que requiere cuidados específicos. Y aunque en el mercado existen decenas de bálsamos y productos labiales, muchos especialistas coinciden en que uno de los mejores aliados es un producto barato y que se consigue en todas las farmacias.

Se trata de la vaselina, uno de las sustancias más hidratantes. Conocida por su capacidad para crear una barrera protectora, la vaselina actúa sellando la humedad natural de los labios y evitando que los agentes externos, como el viento o el frío, los resequen. A diferencia de otros productos que solo hidratan superficialmente, su efecto oclusivo ayuda a retener el agua en la piel y favorece su regeneración natural.

Uno de los mayores beneficios de la vaselina es que no contiene perfumes ni aditivos irritantes, por lo que es ideal incluso para personas con piel sensible o con tendencia a reacciones alérgicas. Puede aplicarse varias veces al día, especialmente antes de dormir, para aprovechar su acción reparadora durante la noche. Además, funciona como un escudo cuando se va a estar al aire libre o en ambientes muy secos, como oficinas con calefacción o aviones.

Aunque no contiene filtro solar, puede combinarse con protector labial durante el día y reservarse para las noches o momentos en los que no haya exposición directa al sol. También se puede aplicar una pequeña capa sobre otros productos para potenciar su efecto. La vaselina es la mejor opción tanto para prevenir los labios agrietados como para curarlos en caso que ya estén dañados.

¿Por qué los labios son tan sensibles?

A diferencia del resto de la piel, los labios no tienen glándulas sebáceas ni sudoríparas, lo que significa que no pueden generar su propia hidratación ni grasa natural para protegerse. Además, la piel de los labios es mucho más delgada y delicada, lo que los vuelve más vulnerables a los cambios de temperatura, la exposición solar, el viento y la calefacción.

Esa falta de barrera natural hace que pierdan humedad rápidamente y se agrieten con facilidad. Incluso hábitos comunes como lamerse los labios, respirar por la boca o hablar en ambientes secos pueden empeorar el problema. Por eso es tan importante protegerlos con productos que sellen la hidratación, como la vaselina, y mantenerlos cubiertos frente a las agresiones del clima.