Un sorprendente hallazgo dejó sin palabras a los habitantes del sur de Tasmania. Un pintor encontró una botella oculta dentro de la estructura que llevaba más de 120 años sellada mientras trabajaba en la restauración del faro de Cape Bruny. Lo que parecía un simple descubrimiento, en realidad se trataba de un testimonio de la vida y de las tareas de los que trabajaban en ese faro entre los siglos XIX y XX.
Todo comenzó en 2025, cuando Brian Burford, el pintor a cargo de las obras en el faro, encontró una botella de vidrio cuidadosamente emparedada. En su interior se encontraba un papel enrollado que llevaba la fecha del 29 de enero de 1903 y la firma de J. R. Meech, el inspector responsable del control de esos faros en aquel entonces.
Qué decía el mensaje dentro de la botella
Aún más sorprendente fue leer el mensaje dentro de la botella: había un informe detallado de las reformas realizadas en aquel año. En el texto, se mencionan la instalación de un piso de hormigón, la renovación de la sala de linterna y la colocación de una nueva escalera de caracol de hierro. El inspector dejó además constancia de los nombres de los trabajadores y del coste total de las obras: 2.200 libras.
Abrir la botella y sacar el papel de adentro no fue fácil, ya que estaba cerrada con un corcho recubierto de betún. Para evitar daños, fue enviada a Hobart, donde los especialistas de la Tasmanian Museum and Art Gallery (TMAG) aplicaron técnicas de micro conservación y humidificación controlada. El equipo, liderado por el conservador de papel Cobus van Breda, consiguió abrirla y desplegar el documento sin que se fragmentara tras más de un siglo enclaustrado.
La exhibición de la botella en museos
Este descubrimiento fue de enorme interés para la cultura de Tasmania, ya que retrató cómo era la vida de los fareros y operarios en aquella época. Por esta razón, el mensaje y su sobre fueron catalogados, digitalizados en alta resolución y conservados en condiciones adecuadas para luego incluirse en una muestra pública organizada por la TMAG.
Además, este hallazgo abrió la puerta para preguntarse cuántos mensajes escondidos en botellas, y que revelan cómo era la vida de las personas años atrás, podrían estar dispersos por todo el mundo, esperando a que alguien los encuentre.