Es más viejo que los dinosaurios: encontraron en Egipto restos de un cocodrilo gigante con los dientes más peligrosos de su especie

Este suceso plantea un nuevo escenario en la historia de la evolución animal, ya que se trata de un fósil mucho más viejo de lo que la comunidad científica esperaba.

27 de octubre, 2025 | 11.11

Un insólito descubrimiento tuvo lugar Egipto y cambió todo lo que se sabía sobre la evolución de las especies. El hallazgo se dio en el desierto egipcio donde un grupo de investigadores encontraron restos fósiles de un cocodrilo marino llamado Wadisuchus kassabi, una especie hasta ahora desconocida para la ciencia. Este reptil vivió durante el Cretácico Superior, hace aproximadamente 95 a 100 millones de años, en un entorno marino que cubría parte de lo que hoy es tierra árida.

El fósil fue hallado en la región conocida como los Wadi al-Hitan (valles de las ballenas), Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, famoso por sus restos de ballenas ancestrales. Pero junto a esos hallazgos marinos también se preservaron vestigios de peces, reptiles y este cocodrilo, lo que sugiere que aquella zona fue un ecosistema costero o de transición entre mar y tierra.

Los restos incluyen fragmentos de cráneo, mandíbula, vértebras y osteodermos (placas óseas sobre la piel), que permitieron a los paleontólogos reconstruir parte de su anatomía: era un cocodrilo de mediano tamaño, con adaptaciones para nadar en ambientes costeros o estuarinos. Su presencia refuerza la idea de que los cocodrilos del Cretácico no solo habitaron ríos y pantanos, sino que muchos grupos colonizaron ambientes marinos o costeros para diversificar su nicho ecológico.

Según los científicos, Wadisuchus kassabi representa una rama evolutiva distinta dentro de los neosuchios (grupo que incluye los cocodrilos modernos y sus parientes más cercanos). La combinación de características anatómicas, como la forma de sus mandíbulas y la disposición de sus osteodermos, los más peligrosos de su especie, ayuda a entender mejor cómo estos reptiles se adaptaron a distintos ambientes durante la Era Mesozoica.

Por qué es importante este descubrimiento para la ciencia

Este hallazgo no solo extiende el conocimiento sobre la diversidad de cocodrilos antiguos, sino que también aporta pistas sobre los cambios climáticos, el nivel del mar y las líneas costeras que existían en el norte de África hace casi 100 millones de años. Con cada nuevo fósil, los paleontólogos reconstruyen más piezas del rompecabezas de los ecosistemas del pasado.