Buenos Aires tiene rompió su propio récord en cuánto a su infraestructura de subtes: hay una estación que es "la más profunda" y le saca casi 10 metros de diferencia a las demás. El reconocimiento pertenece a la estación Once - 30 de Diciembre, de la Línea H del Subte, la línea más nueva de las 5 que componen la red.
Esta estación en particular se encuentra a 22 metros bajo tierra, pero esta profundidad no es casualidad. La Línea H, siendo la más nueva de la red porteña, tuvo que adaptarse a una ciudad ya densamente construida, con túneles existentes, conductos, sótanos y redes de servicios (agua, cloacas, etc.) bajo la superficie. En el caso de Once - 30 de Diciembre, la obra atravesó por debajo de otros túneles históricos (como el de la Línea A y los preexistentes del ferrocarril Sarmiento), lo que obligó a ubicarla más profunda del suelo para sortear esas estructuras.
El diseño de la estación también es especial: posee formato abovedado, algo poco habitual en la red del subte de Buenos Aires, lo que ayuda a soportar tanto el peso de los túneles existentes como el de la tierra que la sobreyace. Las técnicas de construcción combinadas variaron según la parte de la estación: túneles, excavaciones bajo losa, y otros métodos adaptados a la geografía urbana.
Además, Once - 30 de Diciembre tiene otras particularidades históricas: está ubicada bajo el cruce de las avenidas Pueyrredón y Rivadavia, en el barrio de Balvanera, y fue inaugurada el 31 de mayo de 2007, aunque sus puertas se abrieron a los pasajeros el 18 de octubre del mismo año. Durante más de tres años fue cabecera norte de la Línea H hasta que se extendió hasta la estación Corrientes en diciembre de 2010.
Profundidad de los demás subtes: por qué este récord es tan llamativo
En comparación, la mayoría de las estaciones del subte porteño se encuentran entre los 8 y los 14 metros bajo la superficie. Las líneas más antiguas, como la A (inaugurada en 1913), tienen túneles poco profundos, fácilmente accesibles desde la calle. Las más nuevas, como la E o la D, fueron excavadas un poco más abajo para evitar interferencias con cañerías, cimientos y otras estructuras.
Esa diferencia hace que Once-30 de Diciembre no solo destaque por su profundidad récord, sino también por representar la evolución técnica del subte porteño: una red que, a lo largo de más de un siglo, se adaptó a una ciudad que creció tanto hacia arriba como hacia abajo.