Los nombres son una tendencia como muchas otras cosas que rodean la vida cotidiana y, con el paso de los años, se van volviendo más o menos famosos. Precisamente, en esta segunda mitad del 2025, empezó a resonar un particular nombre de varón y de origen romano.
Se trata de Askel, un nombre parecido al clásico Axel, pero que tiene un significado poderoso y particular. Aunque aún no es tan común como otros nombres populares, este antiguo nombre de raíz romana comenzó a ganar terreno por su impronta fuerte, su sonoridad única y su significado poderoso: “mensajero de los dioses”.
Askel es un nombre que suena distinto, pero que transmite firmeza, espiritualidad y una conexión con lo trascendente. Este tipo de nombres, con historia y personalidad, está cada vez más presente entre quienes buscan salir de lo tradicional, pero sin renunciar a una identidad sólida. En redes sociales y registros civiles se nota una tendencia creciente: padres y madres jóvenes que eligen nombres antiguos, poco frecuentes, pero cargados de sentido.
Según especialistas en onomástica y tendencias, el auge de Askel responde también a una búsqueda generacional: en tiempos inciertos, muchas personas apuestan por nombres que representen guía, protección y sabiduría. En este caso, Askel evoca fuerza espiritual y una figura casi mitológica, atributos que lo vuelven atractivo tanto por su sonoridad como por su significado.
Otros nombres romanos populares para varón y mujer
Además de Askel, hay varios nombres masculinos de origen romano que están volviendo a aparecer entre las preferencias de los futuros padres. Aurelio, que significa “dorado”; Cayo, de gran tradición republicana; Tiberio, relacionado con el río Tíber y símbolo de poder; Lucio, que remite a la luz; y Marco, uno de los más difundidos, son algunas opciones que combinan historia, elegancia y fuerza. Estas elecciones reflejan una tendencia creciente: volver a lo clásico, pero con un toque distintivo.
También entre los nombres femeninos de origen romano se observa un renovado interés. Opciones como Claudia, Julia, Livia y Aurelia se destacan por su sonoridad delicada y su raíz histórica. Muchos de ellos estuvieron presentes en figuras influyentes del Imperio Romano y hoy vuelven con fuerza por su elegancia atemporal. Otros, como Flavia o Valeria, transmiten vitalidad y sofisticación, y son elegidos por quienes buscan nombres con carácter, belleza clásica y un significado ligado a la nobleza, la fuerza o la luz.