Se detectó un visitante interestelar inusual que recorre nuestro sistema solar a una velocidad extraordinaria y cuyo comportamiento encendió las alarmas. Bautizado como 3I/ATLAS, este cuerpo no encaja en las categorías habituales: su trayectoria retrógrada y su acercamiento sospechoso a planetas como Venus, Marte y Júpiter hicieron que algunos científicos planteen hipótesis sorprendentes sobre su origen y generó ruido en el ambiente de quienes trabajan con todo lo referido al espacio exterior.
Un equipo de investigadores, entre ellos el astrofísico de Harvard Avi Loeb, Adam Hibberd y Adam Crowl, publicó un artículo en un servidor académico donde exponen la posibilidad de que el objeto sea en realidad una sonda tecnológica extraterrestre, e incluso plantean que podría ser "posiblemente hostil". Argumentan que ciertos parámetros orbitales y aceleraciones no explicadas podrían sostener esa hipótesis.
Sin embargo, la comunidad científica recibió estas conclusiones con escepticismo. Muchos astrónomos expertos las catalogaron como especulativas y carentes de pruebas concluyentes, recordando que lo más probable es que 3I/ATLAS sea un cometa natural, quizás de los más antiguos jamás observados, con un tamaño estimado entre 10 y 20 kilómetros.
El estudio se presenta más como un ejercicio teórico que como una afirmación científica firme. Aunque los autores reconocen que un contacto estratégico podría ser riesgoso según teorías especulativas como la del "Bosque Oscuro", enfatizan que la hipótesis es altamente poco probable y solo sería confirmable mediante señales de radio, maniobras orbitales o evidencia directa de propulsión inteligente.
Video: un grupo de astrónomos captan el momento exacto del nacimiento de un planeta
Las imágenes fueron tomadas con el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO) y exponen un posible planeta naciendo alrededor de la joven estrella HD 135344B. La imagen fue capturada con un nuevo instrumento del VLT: el Enhanced Resolution Imager and Spectrograph (ERIS). El círculo negro central corresponde a un coronógrafo, un dispositivo que bloquea la luz de la estrella para revelar detalles tenues a su alrededor. Y el círculo blanco indica la ubicación del planeta.
"Nunca seremos testigos de la formación de la Tierra, pero aquí, alrededor de una estrella joven a 440 años luz de distancia, podríamos estar viendo la formación de un planeta en tiempo real", expresó Francesco Maio, investigador doctoral de la Universidad de Florencia, Italia, y autor principal del estudio "Desvelando un candidato a protoplaneta incrustado en el disco HD 135344B con VLT/ERIS2", publicado en Astronomy & Astrophysics y reseñado por un comunicado del ESO.