Una nueva modalidad de estafa preocupa a los automovilistas en la Ciudad. En las últimas semanas, comenzaron a circular falsas multas de tránsito que, aunque parecen legítimas, esconden un método sofisticado para vaciar tus cuentas bancarias en cuestión de segundos.
El engaño funciona así: los delincuentes dejan en los parabrisas de los autos una supuesta infracción de tránsito, que incluye logotipos similares a los que utiliza el Gobierno de la Ciudad y un código QR. Al escanear ese código, la víctima es dirigida a un sitio malicioso desde donde los estafadores instalan un software espía (malware) en su celular. Este virus les permite acceder a datos personales como contraseñas, correos electrónicos y cuentas bancarias, generando un altísimo riesgo de robo financiero y suplantación de identidad. Una vez que obtienen esta información, los ciberdelincuentes pueden vaciar tus cuentas, hacer compras, pedir préstamos y hasta contactar a tus conocidos para pedir dinero en tu nombre.
Cómo reconocer una multa falsa
Estas “multas” fraudulentas imitan muy bien el diseño oficial, pero hay algunas claves para evitar caer en la trampa:
- Desconfiar de cualquier infracción que incluya un código QR como único medio de verificación.
- Corroborar que la notificación tenga datos oficiales y no contenga errores ortográficos o detalles sospechosos.
- No escanear códigos QR de fuentes desconocidas.
Cómo verificar si tenés una multa real
- El Gobierno de la Ciudad recuerda que las infracciones de tránsito pueden consultarse de manera segura por los siguientes medios oficiales:
- Presencialmente, en la Dirección General de Administración de Infracciones (DGAI), con DNI o número de patente.
- De forma online, a través del portal “Consulta de infracciones de tránsito y scoring”.
- Mediante Boti, el WhatsApp de la Ciudad, escribiendo la palabra “Infracciones”.
- Ante cualquier duda o sospecha, lo mejor es no escanear el QR y acudir directamente a los canales oficiales. En tiempos donde las estafas digitales son cada vez más sofisticadas, estar informado es la mejor defensa.
¿Por qué multan por tener vidrios polarizados?
Los vidrios polarizados son populares entre los conductores, principalmente porque reducen la entrada de luz solar, mejoran la privacidad y existe la creencia errónea de que ayudan a mantener el interior del auto más fresco. Sin embargo, su uso excesivo puede comprometer la seguridad vial, ya que disminuyen la visibilidad tanto para el conductor como para otros usuarios de la vía, como automovilistas, ciclistas y peatones.
¿Qué polarizados están permitidos y cuáles no?
El Código de Tránsito de la Ciudad de Buenos Aires establece que los vidrios deben ser transparentes y cumplir con la norma IRAM-AITA 1H3-1, que exige que el grado de transparencia de los cristales sea del 70% o más. Además, la ley especifica que debe ser posible distinguir a los ocupantes del vehículo a corta distancia.
Para cumplir con la normativa, los vehículos deben garantizar una visibilidad adecuada hacia el exterior, especialmente en los cristales delanteros y laterales. Esto asegura que el conductor tenga una visión clara y se reduzcan los riesgos de accidentes.
¿Cómo evitar una multa por vidrios polarizados?
La forma más segura de evitar una sanción es asegurarse de que los vidrios de tu vehículo respeten la normativa vigente. Si tenés dudas sobre el nivel de polarización de tus cristales, lo recomendable es consultar con un especialista o acudir a un taller habilitado para realizar una verificación.
Es importante evitar colocar vidrios polarizados sin confirmar previamente si cumplen con las normativas locales, ya que esto puede llevar a multas costosas y a la necesidad de reemplazar los cristales por otros que respeten las reglas. Además, las autoridades pueden exigir que los polarizados se retiren durante los controles vehiculares, lo que genera un gasto adicional y una molestia extra para el conductor.