El nuevo restaurante de Saavedra con alma de barrio y sabor italiano: sirven minutas populares y pastas artesanales, una joya de CABA

Desde su apertura, Del Río Cantina se consolidó como uno de los nuevos referentes gastronómicos del barrio de Saavedra.

20 de octubre, 2025 | 12.49

Desde su apertura en septiembre de 2025, Del Río Cantina se convirtió en uno de los espacios más convocantes del norte porteño. Este nuevo restaurante del barrio de Saavedra (Ciudad de Buenos Aires) combina el espíritu del bodegón clásico con una propuesta moderna que celebra la gastronomía casera. Su ambiente cálido, su atención personalizada y su carta de sabores tradicionales reinterpretados lo posicionan como una de las joyas recientes de la escena culinaria de la Ciudad de Buenos Aires.

Un restaurante con alma de barrio y encanto familiar

Del Río Cantina nació con una premisa clara: ofrecer una experiencia cercana, sin pretensiones, donde cada comida se sienta como una reunión entre amigos. El local, ubicado sobre la avenida García del Río, está dividido en dos niveles. En la planta baja, se despliega un espacio íntimo con mesas para grupos pequeños y rincones más reservados. En el primer piso, la luz natural inunda el ambiente gracias a un gran ventanal que se abre hacia un balcón, donde destaca una mesa comunal pensada para compartir momentos y charlas.

Los manteles cuadriculados, la música suave y alegre y el trato amable del personal completan una ambientación que remite a los tradicionales comedores de barrio. Cada detalle está pensado para que la experiencia sea tan reconfortante como los platos que llegan a la mesa.

Minutas populares y pastas artesanales: sabores que conquistan

El menú de Del Río Cantina rinde homenaje a la gastronomía italiana y argentina, con una propuesta variada que combina abundancia, sabor y precios accesibles. Las carnes, las minutas y las pastas caseras ocupan el centro de la escena, con opciones que van desde los clásicos infaltables hasta platos con un giro contemporáneo.

Entre las minutas más destacadas figuran el bife de chorizo a caballo, la milanesa Del Río, la suprema a la suiza, el filet a la romana y la tradicional suprema a la Maryland, con su característico plátano frito. También se ofrecen propuestas más elaboradas, como el matambrito de cerdo al verdeo o a la mostaza y miel, junto con alternativas vegetarianas como la milanesa de berenjena ahumada. Todas las preparaciones pueden acompañarse con guarniciones clásicas: papas fritas, puré o ensaladas frescas.

En el apartado de pastas, la carta invita a un recorrido por los sabores más representativos de la cocina italiana. Desde los ñoquis gratinados con crema de provolone hasta los cavatelli con ragú bolognese, cada plato resalta por la calidad de sus ingredientes y la textura de la masa. También destacan los panzotti de espinaca con provolone y nueces en crema de azafrán y los tradicionales tagliatelle de espinacas con pomodoro, albóndigas y mozzarella gratinada, una combinación que resume el espíritu del lugar: simple, generosa y reconfortante.

El ambiente cálido, los manteles cuadriculados y la atención cercana hacen de cada visita una experiencia familiar y relajada

Postres clásicos y un ambiente que invita a volver

Para cerrar la experiencia, el restaurante propone una selección de postres que viajan entre la tradición ítalo-argentina y toques internacionales. El tiramisú, el flan con dulce de leche y los panqueques de manzana quemados al rhum conviven con opciones más sofisticadas como la crème brûlée, ofreciendo un final perfecto para una comida memorable.

Del Río Cantina se distingue por su compromiso con los sabores auténticos, las porciones abundantes y el ambiente relajado. Su propuesta logra lo que muchos buscan en la gastronomía porteña: un espacio donde la buena comida se combina con el espíritu del barrio.

Un rincón imperdible en Saavedra

Con precios accesibles, atención cálida y un menú que rescata los sabores de siempre, Del Río Cantina se afirma como una joya gastronómica dentro de CABA. Este restaurante con alma de barrio se consolida como un refugio donde cada visita se transforma en un viaje al corazón de la cocina casera.