Esa sensación molesta de cosquilleo, “hormiguitas” o adormecimiento en las piernas es más común de lo que parece. Muchas veces se relaciona con permanecer sentado por largos períodos o dormir en posturas incómodas, pero no siempre es inofensiva. Nuestro cuerpo utiliza estas señales para advertirnos de que algo no está funcionando del todo bien: desde la circulación sanguínea hasta los nervios periféricos pueden estar implicados, y en algunos casos, el hormigueo puede ser un indicio de afecciones que requieren atención médica.
Según los expertos, el adormecimiento de las piernas puede tener varias causas. Entre ellos, problemas circulatorios ya que las várices o la presencia de coágulos pueden reducir el flujo sanguíneo hacia las extremidades. Otra es la comprensión nerviosa, como las hernias de disco, ciática o lesiones en la columna que pueden presionar los nervios que van hacia las piernas.
Por otro lado, el déficit de vitaminas, especialmente del complejo B (B1, B6 y B12), que son esenciales para el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Padecer diabetes puede dañar los nervios periféricos, por la glucosa elevada, provocando hormigueo o pérdida de sensibilidad. Por último, factores comunes como el sedentarismo o la mala postura interrumpen la circulación y provoca adormecimiento temporal. También la tensión nerviosa, el estrés y la ansiedad, pueden generar sensaciones de hormigueo en las extremidades.
Cuándo consultar al médico por un hormigueo en las piernas
Si el adormecimiento aparece con frecuencia, dura más de unos minutos o se acompaña de dolor, debilidad, hinchazón o cambios de color en la piel, es fundamental buscar atención médica. En algunos casos, podría ser un síntoma de neuropatías, trastornos circulatorios o enfermedades más graves que necesitan tratamiento específico.
Cómo aliviar y prevenir el hormigueo
- Evitá permanecer mucho tiempo en la misma posición; levantate y movete cada 30 a 45 minutos.
- Mantené una buena postura al sentarte y al dormir.
- Realizá actividad física moderada, como caminar o nadar, para mejorar la circulación.
- Incluí alimentos ricos en vitamina B y magnesio (legumbres, pescado, cereales integrales, frutos secos).
- Evitá el consumo excesivo de alcohol y tabaco, que afectan la salud nerviosa y circulatoria.
- Si pasás mucho tiempo frente a la computadora, hacé pequeños estiramientos de piernas cada hora.
Sentir que las piernas “se duermen” de vez en cuando es normal, pero cuando el hormigueo se repite con frecuencia, el cuerpo está enviando una alerta. Prestar atención a la postura, moverse regularmente y consultar a tiempo son pasos clave para mantener la salud circulatoria y nerviosa y prevenir complicaciones futuras.
