Qué significa "aceptar" el desorden, según una psicóloga especializada: "Los platos no juzgan"

Esto es lo que significa poder aceptar el desorden del hogar, según una psicóloga experta en el tema: por qué es saludable hacerlo y qué dice sobre tu personalidad.

24 de julio, 2025 | 14.45

Aceptar el desorden es algo que no todas las personas logran hacer. Según la psicología, quienes pueden asumir el desorden del hogar como parte natural de la vida tienen determinados rasgos de personalidad, que en varios aspectos pueden ser muy beneficioso. Mientras algunas personas suelen abrumarse cuando la casa o el espacio de trabajo está desordenado, otras lo aceptan sin más. Esto no es azaroso, sino que según expertos, tiene un profundo significado.

KC Davis, psicóloga especializada en gestión del hogar, explicó qué significa aceptar el desorden. La experta propone una mirada diferente sobre el orden, mucho más compasiva con nosotros mismos en relación a las tareas domésticas, y asegura que el desorden no nos define en lo absoluto, tal como la mayoría de las personas sienten. En este sentido, señala que aceptar el desorden es una manera de autocuidado, autorrespeto y autocompasión por nosotros mismos.

Ya sea por estrés, falta de tiempo, de energía mental o de organización, muchas personas no logran estar al día con sus tareas domésticas. Mantener la casa limpia y ordenada no siempre es posible cuando trabajás muchas horas o te la pasás afuera de casa. Si este es tu caso, no sientas culpa: es una señal de que estás aceptando el desorden como algo natural, y a veces inevitable, y permitiéndote no cumplir con estándares perfectos.

En su libro Cómo cuidar tu casa cuando la vida te ahoga: Un enfoque amable para abordar la limpieza, el orden y la organización del hogar, la psicóloga explica que los objetos y las rutinas domésticas no tienen la capacidad de juzgarnos ni calificarnos como personas. "La suciedad y el desorden no tienen un significado intrínseco", afirma la autora. Así, cuestiona la presión cultural que asocia la limpieza con la responsabilidad y el desorden con la dejadez o el fracaso.

Cómo resignificar el desorden del hogar para evitar abrumarnos, estresarnos y sentirnos mal con nosotros mismos

Según la experta, cuando vemos una pila de platos y pensamos "soy un fracaso", esa idea no viene de los platos. El problema no está en el desorden en sí, sino en las cargas emocionales y las expectativas sociales que tenemos respecto a nosotros mismos. Estas creencias nos dicen que mantener la casa impecable es una medida de nuestro valor, especialmente en nuestra cultura moderna y en la vida en al ciudad, donde el orden equivale a ser productivo y comprometido.

Lo que propone la psicóloga no es dejar de limpiar y ordenar, sino transformar nuestra relación con las tareas domésticas y la autoexigencia, desarrollar una mirada más comprensiva hacia nosotros mismos y tener expectativas más realistas en torno al cuidado del hogar. Y por sobre todas las cosas, entender que qué tan limpia y ordenada esté nuestra casa no define nuestro valor como personas.