El príncipe William y Kate Middleton tienen fecha para su traslado a Forest Lodge, su nuevo hogar ubicado en Windsor Great Park. La mudanza será el próximo 5 de noviembre y marcará un cambio definitivo para la familia real, que dejará Adelaide Cottage tras varios años.
Las obras en Forest Lodge avanzaron a gran ritmo, sin importar las protestas vecinales por el blindaje de la zona ni las dudas sobre mantener al heredero fuera de Londres. La casa, con ocho habitaciones y múltiples comodidades, ya está lista para recibir al príncipe, Kate y sus tres hijos: George, Charlotte y Louis.
Este traslado no es casualidad. Mientras Adelaide Cottage ofrecía un espacio más modesto con solo cuatro dormitorios, Forest Lodge cuenta con seis baños, un salón de baile, pista de tenis y amplios jardines con estanque. Además, está más aislada, lo que garantiza mayor privacidad y seguridad para la familia, manteniendo la cercanía con el Castillo de Windsor.
Adelaide Cottage fue una solución temporal asignada por Isabel II para el duque de Cambridge, pero ahora que William es príncipe de Gales, el nuevo hogar refleja mejor su rol institucional. En contraste, el príncipe Andrés reside en Royal Lodge, una mansión palaciega de 30 habitaciones también dentro de Windsor Great Park, lo que pone en evidencia la necesidad de coherencia en las residencias reales.
La familia seguirá viviendo en Windsor, Berkshire, a menos de una hora de Londres, un lugar que combina la tranquilidad del campo con la proximidad a los centros de poder. Se cree que Forest Lodge será el hogar definitivo de los Gales, ya que no planean mudarse al Palacio de Buckingham cuando William y Kate sean reyes.
Este cambio también responde a una prioridad familiar. Estar en Windsor permitirá a Guillermo y Kate acompañar de cerca la educación de sus hijos, con George posiblemente asistiendo a Eton College y Charlotte y Louis aún en Lambrook School. Forest Lodge, aunque una mansión georgiana, es un hogar y no un palacio, lo que ofrece un entorno más cálido y familiar para los chicos.
En paralelo, la reforma en el Palacio de Buckingham busca convertirlo en un espacio de trabajo exclusivo para la monarquía, mientras que cada miembro real tendrá su residencia personal. Carlos III vive entre Clarence House y Highgrove, donde disfruta de su pasión por la jardinería, y los príncipes de Gales prefieren la calma y privacidad de Windsor.
Las otras propiedades de los futuros reyes británicos
Además de Forest Lodge, la familia conserva propiedades como Anmer Hall en Norfolk y el Apartamento 1A del Palacio de Kensington, pero la nueva casa será su base central. Kate Middleton supervisó personalmente los detalles de la reforma, trabajando con el diseñador Ben Pentreath, conocido por su estilo elegante y sobrio que conquistó a varias celebridades.