Los anillos de compromiso en las familias reales son mucho más que un símbolo de amor; representan historia, poder y exclusividad. Estas joyas únicas, muchas veces heredadas o diseñadas especialmente, guardan relatos fascinantes y valores que superan lo sentimental.
Uno de los más icónicos es el anillo de zafiro azul que usaron Lady Diana y Kate Middleton. En 1981, el príncipe Carlos rompió con la tradición al elegir una pieza de joyería comercial para proponerle matrimonio a Diana Spencer. Se trata de un zafiro oval de 12 quilates, rodeado por 14 diamantes blancos sobre oro blanco de 18 quilates. En su momento, se estimó en 28,000 libras, pero hoy podría valer cerca de 500,000 dólares. Tras la muerte de Diana, el anillo pasó a William, quien se lo entregó a Kate.
De la reina Isabel a la princesa Eugenia: estos son los anillos de compromiso más caros de la realeza
Por su parte, el anillo de compromiso de la reina Isabel II, entregado por el príncipe Felipe en 1947, es una pieza de platino con un diamante central de 3 quilates y cinco diamantes más pequeños. Fue elaborado con piedras provenientes de una tiara de la madre de Felipe y tiene una inscripción secreta conocida solo por ellos. Aunque es menos ostentoso, su valor histórico lo acerca a los 200,000 dólares.
Un diseño singular es el anillo que el príncipe Alberto le regaló a la reina Victoria en 1839. Con forma de serpiente, simbolizaba el amor eterno y estaba adornado con una esmeralda en la cabeza y diamantes a lo largo del cuerpo, montado en oro amarillo de 18 quilates. La reina lo usó hasta su muerte. Aunque no se conoce su valor exacto, expertos estiman que podría superar los 150,000 dólares por su antigüedad y simbolismo.
El príncipe Harry también hizo una elección especial para Meghan Markle. Su anillo personalizado tiene tres diamantes: uno central de Botsuana y dos laterales que pertenecieron a la princesa Diana. Montado en oro amarillo, su valor ronda los 350,000 dólares, aunque algunos creen que podría ser aún más alto por su carga sentimental.
En 1960, Antony Armstrong-Jones diseñó personalmente el anillo para la princesa Margarita, con un rubí central que representa la rosa Tudor, flor nacional británica, y diamantes pequeños alrededor. Aunque no hay cifras oficiales, se estima que vale cerca de 60,000 dólares.
Camila Parker Bowles recibió en 2005 un anillo vintage que perteneció a la Reina Madre. La joya destaca por un diamante central cuadrado de esmeralda, flanqueado por diamantes de corte baguette, montados en oro blanco al estilo ArtDeco. Su valor ronda entre 200,000 y 250,000 dólares.
Sarah Ferguson fue sorprendida en 1986 con un anillo diseñado por la joyería Garrard, que también creó el de Diana. La pieza tiene un rubí birmano oval rodeado por 10 diamantes en forma de gota que forman una flor. En ese entonces, se estimó que valía unas 35,000 libras esterlinas.
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En 2019, Beatriz de York se comprometió con un diseño del joyero Shaun Leane, ganador de múltiples premios. El anillo presenta un diamante central con dos baguettes a los lados y fue personalizado por su prometido Edoardo Mapelli Mozzi. Su valor se calcula en unos 130,000 dólares.
Finalmente, la princesa Eugenia eligió un anillo con una gema padparadscha sapphire, una de las más raras y majestuosas, acompañada por diamantes que forman una flor, inspirado en el anillo de su madre. Esta joya está valuada en alrededor de 150,000 dólares.
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