Un nuevo capítulo se sumó al escándalo que sigue persiguiendo al príncipe Andrés, luego de que la prensa británica sacara a la luz un correo electrónico entre el duque de York y Jeffrey Epstein, que pone en duda su versión oficial sobre el fin de su amistad con el financiero estadounidense condenado por tráfico sexual de menores.
El mensaje, enviado en 2011 desde la dirección oficial del príncipe, apareció apenas un día después de que se difundiera una fotografía que mostraba a Andrés junto a Epstein y Virginia Giuffre, una de las víctimas del magnate. En el correo, Andrés, de 65 años, escribió: “Estoy igual de preocupado por ti. No te preocupes por mí. Parece que estamos juntos en esto y tendremos que superarlo. Si no, mantente en contacto y pronto volveremos a jugar.”
Este correo, con la firma automática “Su Alteza Real el Duque de York KG”, refleja una relación cercana y de confianza entre ambos, contradiciendo lo que el propio príncipe declaró en su polémica entrevista con la BBC en 2019. En esa ocasión, aseguró que había cortado todo contacto con Epstein en 2010, tras la condena del financiero por prostitución de menores.
La revelación de este mensaje reavivó el debate sobre el rol del duque de York y la respuesta de la Casa Real británica ante este caso, que significó una de las mayores crisis de imagen para la monarquía en años recientes.
El correo se envió poco después de que Virginia Giuffre publicara la controvertida foto en la que aparece con Andrés y Ghislaine Maxwell, pareja y colaboradora de Epstein. Giuffre, quien falleció en abril pasado a los 41 años, afirmó haber sido víctima de abusos por parte del hijo de Isabel II cuando era menor de edad.
Las consecuencias de su amistad con Epstein en la realeza británica
Presionado por las acusaciones y la presión mediática, Andrés dio su versión en una entrevista para el programa Newsnight de la BBC, negando cualquier relación con Giuffre y asegurando que su encuentro con Epstein en Nueva York, en diciembre de 2010, fue solo para comunicarle que no podían seguir siendo amigos.
Lejos de mejorar su imagen, la entrevista fue un desastre. El príncipe fue criticado por su soberbia y falta de empatía hacia las víctimas. Entre las frases más polémicas estuvo la excusa de que no podía sudar debido a una “condición médica”, con la que intentó defenderse de una acusación de Giuffre, quien afirmó que Andrés sudaba antes de mantener relaciones sexuales con ella cuando tenía 17 años.
Las consecuencias fueron inmediatas: Andrés perdió sus funciones oficiales, patrocinios y buena parte del respaldo institucional. Ni siquiera la reina Isabel II pudo protegerlo de las repercusiones. En 2021, Giuffre presentó una demanda civil en Estados Unidos por abuso sexual, que se resolvió fuera de tribunales mediante un acuerdo millonario.
Aunque nunca se confirmó la cifra exacta, medios británicos señalaron que la reina habría aportado fondos privados para cubrir parte del pago. Desde entonces, el príncipe Andrés mantuvo un perfil bajo, residiendo en una propiedad dentro del castillo de Windsor, situación que generó tensiones con su hermano, el rey Carlos III.