Se acerca la llegada de la primavera y el calor y con él, la búsqueda de platos que triunfen. La lengua a la vinagreta es una de esas recetas clásicas que nunca falla. Es fría, deliciosa y resulta increíblemente económica.
Muchos la guardan sólo para las fiestas, pero es un manjar que podés disfrutar todo el año. Ideal para preparar con anticipación y tener un plato gourmet listo en la heladera. Además, es la estrella de los sándwiches más gloriosos que puedas imaginar.
¿Te da un poco de impresión trabajar con lengua vacuna? Es normal al principio, pero ese prejuicio se va rápido. Una vez que la cocinás y probás su textura tierna, se convierte en un favorito. Su sabor suave y su versatilidad te van a conquistar.
Los ingredientes que vas a necesitar
Para prepararla, Paulina Cocina detalla que necesitás una lengua de vaca de aproximadamente un kilo y medio. También vas a usar verduras para el caldo: dos zanahorias, dos cebollas, un tallo de apio y un puerro. Una hoja de laurel le dará el aroma necesario. Para la vinagreta, prepará aceite de oliva, vinagre, ajo, perejil y un huevo duro.
La proporción de la vinagreta es clave para que quede perfecta. La medida justa es media parte de vinagre por cada parte de aceite. Por ejemplo, media taza de vinagre por una taza de aceite. Este balance es el secreto de su sabor inigualable.
Paso a paso: cómo cocinar la lengua
- El primer paso es lavar bien la lengua bajo el agua corriente. En una olla grande, colocá las verduras cortadas en trozos grandes. Agregá agua fría generosamente, la lengua, el laurel y un puñado de sal gruesa. Llevá a fuego fuerte hasta que hierva.
- Una vez que rompe el hervor, bajá el fuego para que cocine lentamente. El tiempo de cocción es de aproximadamente una hora y cuarto por kilo. Para una lengua de kilo y medio, serán casi dos horas. Controlá que no se seque el agua.
- ¿Cómo sabés si ya está cocida? Pinchala con un cuchillo. Si entra con facilidad, ya está lista. El error más común es apurarse; la paciencia es fundamental aquí. Dejala enfriar por completo dentro de su propio caldo para que quede tiernísima.
- Cuando la lengua esté totalmente fría, es hora de pelarla. La piel se retira con mucha facilidad, casi como una media. No forces nada; si está bien cocida, debería salir sola. Descarta la base y la grasa de los costados.
- Luego, cortala en fetas finas, de aproximadamente medio centímetro de grosor. Usá un cuchillo bien afilado para que los cortes sean limpios. Verás que su textura es perfecta, melosa y suave. Reservá las fetas para el armado final.
MÁS INFO
Preparar la vinagreta y armar el plato
Picá finamente el ajo y el perejil. Cortá el huevo duro en cubitos pequeños. En un bol grande, mezclá estos ingredientes con el aceite y el vinagre. La proporción mágica es la que te dijimos: 1 de aceite por 1/2 de vinagre.
Incorporá las fetas de lengua a la vinagreta. Mezclá todo con cuidado, usando las manos si te animás, para que se impregne bien. Salpimentá a tu gusto. Probá y rectificá: si le falta ácido, más vinagre; si está seco, más aceite.
Este plato gana mucho sabor si reposa. Dejalo en la heladera varias horas, o incluso de un día para el otro. Los sabores se fusionan y se potencia enormemente. Aguanta perfectamente una semana refrigerada, siempre bien tapada.