Torta Sacher: historia del clásico postre vienés y dónde probarla en CABA

Conocé la historia detrás de la famosa torta de chocolate y damasco, su receta original y cómo se disfruta en Argentina.

28 de septiembre, 2025 | 15.06

La torta Sacher, una mezcla irresistible de chocolate y mermelada de damasco, es uno de los postres más emblemáticos de Viena y del mundo entero. Su fama no solo se debe a su sabor delicado, sino también a la historia de rivalidad que protagonizaron dos grandes pastelerías de la capital austríaca.

La creación original se atribuye a Franz Sacher, un aprendiz de repostería que en 1832 diseñó este postre para impresionar a sus invitados. Sin embargo, fue su hijo Eduard quien la popularizó al trabajar en la prestigiosa pastelería Demel. El conflicto surgió cuando Eduard decidió abrir su propio hotel en 1876 y comenzó a vender la torta bajo el nombre familiar, generando una disputa legal por la autoría y el derecho a usar el nombre.

Demel, fundada en 1786 y uno de los cafés más tradicionales de Viena, fue el escenario de la pelea que duró casi un siglo. Finalmente, en 1963, la Justicia resolvió que ambas partes podían vender la torta, pero con nombres diferenciados: la pastelería Demel ofrece la “Eduard Sachertorte”, mientras que el Hotel Sacher vende la “Original Sachertorte”. La diferencia entre ambas radica en la cantidad y ubicación de la mermelada de damasco, que en la versión original está presente también en la cubierta, no solo en el relleno.

El encanto de la Sacher radica en su sencillez. Su base es un bizcochuelo de chocolate que se destaca por incorporar claras batidas a punto nieve, lo que le aporta una textura suave y delicada. El relleno es una fina capa de mermelada de damasco o albaricoque que equilibra el sabor intenso del chocolate. Por encima, una capa de chocolate duro que se deshace en la boca corona esta joya dulce, que generalmente se acompaña con un copo de crema batida.

Además del sabor, la presentación es parte de su atractivo: su cubierta perfectamente lisa, los ángulos rectos y el pequeño botón de chocolate en la cima certifican que se trata de una torta hecha con extrema prolijidad y cuidado.

Aunque a casi doce mil kilómetros de Viena, en Buenos Aires también se puede disfrutar de esta delicia. La pastelería Nueva San Agustín, ubicada en Las Heras 2015, ofrece su propia versión con mermelada de frambuesa proveniente de El Bolsón, una elección que facilita el acceso a un dulce de calidad. 

Por su parte, en el barrio de Flores, La Buenos Aires (Carabobo 122) prepara la torta Sacher a pedido, con opciones de relleno que incluyen dulce de damasco, frambuesa o sabayón.

La receta original de la torta Sacher

Para quienes prefieran animarse a hacerla en casa, la receta original requiere ingredientes básicos como manteca, azúcar impalpable, esencia de vainilla, huevos, chocolate semiamargo, harina y mermelada de damascos. La preparación consta de 13 pasos que incluyen batir la manteca con el azúcar, incorporar las yemas y el chocolate fundido, montar las claras a nieve y mezclar todo con movimientos envolventes para lograr la textura ideal del bizcochuelo.

La cubierta se prepara con un glaseado de chocolate y almíbar que se extiende cuidadosamente sobre la torta para lograr un acabado liso y brillante. Tras dejarla enfriar varias horas, la torta está lista para disfrutar.