Antiinflamatorio natural: así actúa la cúrcuma en tu cuerpo

La ciencia confirma sus múltiples beneficios para combatir inflamaciones y dolores crónicos. 

18 de agosto, 2025 | 18.49

En los últimos años, la cúrcuma dejó de ser solo una especia exótica para convertirse en una verdadera aliada de la salud. Su característico tono dorado esconde un potente principio activo, la curcumina, que la ciencia moderna reconoce como uno de los antiinflamatorios naturales más efectivos que existen.

El médico Sebastián La Rosa, especializado en alimentación y bienestar integral, explicó que la clave de la cúrcuma para aliviar el dolor está en su alto poder antiinflamatorio, que actúa a través de varios mecanismos biológicos simultáneamente. "Cualquier proceso inflamatorio en el cuerpo puede desencadenar dolor, y es precisamente al disminuir la inflamación donde la curcumina muestra su mayor eficacia", señaló.

Además, La Rosa destacó que esta acción va más allá de mejorar el bienestar general, enfocándose en reducir el umbral del dolor físico. Según el especialista, esta capacidad abarca desde molestias postoperatorias, hasta dolores crónicos y otras inflamaciones diversas. Incluso comparó la curcumina con el cannabis para el tratamiento del dolor, mencionando que "existe evidencia de mayor calidad y resultados más contundentes a favor de la curcumina".

Otro punto fuerte que resaltó el médico es que la curcumina provoca menos efectos secundarios que los antiinflamatorios no esteroideos clásicos, como el ibuprofeno, lo que la hace una opción atractiva para quienes buscan aliviar el dolor sin exponerse a riesgos farmacológicos.

En su canal de YouTube, La Rosa detalló que la cúrcuma es especialmente eficaz para aliviar el dolor asociado a la artritis. La inflamación crónica en las articulaciones es el principal causante del malestar y las limitaciones funcionales, y la curcumina actúa bloqueando el complejo molecular NF-kB, clave en la inflamación. Esto reduce la presencia de células inflamatorias y atenúa el dolor.

El médico Sebastián La Rosa, especializado en alimentación y bienestar integral, explicó que la clave de la cúrcuma para aliviar el dolor está en su alto poder antiinflamatorio.

La Rosa también comentó que combinar la cúrcuma con otras herramientas naturales, como enzimas proteolíticas (por ejemplo, serrapeptasa) y frutos ricos en taninos como el haritaki, puede potenciar sus efectos al atacar la inflamación desde diferentes frentes, acelerando la recuperación.

Beneficios de la Cúrcuma

Un beneficio adicional de la curcumina es su poder antioxidante. Según un estudio publicado en la revista Foods, mejora marcadores de estrés oxidativo y aumenta la capacidad antioxidante total en sangre, protegiendo las células del daño causado por radicales libres. Este efecto se complementa con la reducción de marcadores inflamatorios en personas con enfermedades crónicas y metabólicas, según investigaciones en Frontiers in Pharmacology.

En materia digestiva, la cúrcuma favorece el crecimiento de bacterias beneficiosas, refuerza la barrera intestinal y mejora síntomas de dispepsia funcional y síndrome de intestino irritable. Estudios publicados en BMJ Evidence-Based Medicine indican que su eficacia es comparable a la de medicamentos como el omeprazol, pero sin efectos adversos notorios. Además, investigaciones de la Facultad de Química de la UNAM señalan que la cúrcuma forma una "barrera" protectora en la mucosa gástrica, ayudando a prevenir daños.

La lista de beneficios sigue ampliándose: la cúrcuma puede reducir triglicéridos y colesterol LDL, mejorar la presión arterial, disminuir el riesgo de diabetes tipo 2 y resistencia a la insulina, y proteger el sistema nervioso. Un estudio del British Journal of Nutrition sugiere que ayuda a prevenir el deterioro cognitivo ligado a la edad y mejora el ánimo, ansiedad y depresión, al aumentar la producción de serotonina y dopamina y bloquear enzimas que degradan neurotransmisores.

Otros efectos positivos reportados incluyen mejoras en función hepática, reducción de daño renal, actividad inmunomoduladora, y efectos auxiliares en enfermedades virales, fúngicas y protección frente a toxicidad de aflatoxinas. También se mencionan beneficios en síntomas ginecológicos, control glucémico en diabetes, salud de la piel y alivio de molestias musculares tras el ejercicio, gracias a su acción sobre inflamación y estrés oxidativo.

Sin embargo, la absorción de curcumina es limitada cuando se consume sola. Por eso, la recomendación es consumirla junto con grasas saludables, como aceite de oliva o coco, para mejorar su biodisponibilidad. Además, la inclusión de pimienta negra, cuyo principio activo es la piperina, puede aumentar la absorción hasta en un 2000%, razón por la cual muchos suplementos incluyen este componente.

En la cocina, la cúrcuma en polvo se puede usar en guisos, arroces, sopas, infusiones como el "golden milk" y batidos, siempre acompañada por una fuente de grasa y pimienta para potenciar su efecto. En suplementos, los extractos estandarizados pueden contener hasta un 95% de curcuminoides, muy por encima del 2-9% que tiene la especia en polvo común.

Respecto a las dosis, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y otras fuentes coinciden en que la cúrcuma es "generalmente segura" en cantidades culinarias. La dosis habitual recomendada para adultos sanos es de entre 400 y 600 miligramos en polvo tres veces al día, o suplementos que aporten 500 mg dos veces al día de extracto de curcumina, según la Arthritis Foundation.

Finalmente, surgen sugerencias para combinaciones naturales que potencien sus beneficios, como mezclarla con aceite de hinojo para problemas digestivos, asociarla con azafrán para mejorar el efecto antidepresivo, o combinarla con enzimas naturales y frutos ricos en taninos para tratar inflamaciones articulares.