Dormir bien es uno de los pilares fundamentales para mantenernos saludables, tanto a nivel físico como mental. Sin embargo, no siempre logramos descansar como deberíamos y eso repercute en el estado de ánimo y la concentración durante el día. Frente a este escenario, un reciente estudio señaló que ciertos hábitos, en especial la alimentación, pueden ayudar a compensar los efectos de una mala noche.
La investigación, realizada por la Universidad de Otago (Nueva Zelanda) con jóvenes de entre 17 y 25 años, analizó la relación entre tres factores clave: el sueño, la alimentación y la actividad física. Los resultados fueron contundentes: dormir bien fue el hábito más asociado a un mayor bienestar, pero también se observó que aumentar el consumo de frutas y verduras podía mejorar el ánimo y reducir el impacto de un mal descanso.
Los datos provinieron de tres estudios complementarios: encuestas a más de mil jóvenes de Nueva Zelanda, Reino Unido y Estados Unidos; un seguimiento de 13 días con 818 neozelandeses; y un tercer trabajo con 236 participantes que registraron hábitos y actividad física mediante pulseras inteligentes.
Cuáles son los alimentos que ayudan a superar un desvelo nocturno
Los investigadores destacaron que las frutas y verduras ejercen un efecto casi inmediato en el bienestar: comer más sano un día estaba directamente relacionado con sentirse mejor ese mismo día. Además, la actividad física también mostró un vínculo positivo, aunque más marcado cuando se comparaban los hábitos diarios de una misma persona.
Lo más interesante fue comprobar que los tres factores parecían potenciarse entre sí. En particular, una dieta rica en frutas y verduras ayudaba a mitigar el cansancio de un desvelo, y dormir bien actuaba como un “protector” frente a una alimentación menos saludable.
Aunque los especialistas advierten que aún se necesitan más estudios, los hallazgos refuerzan la importancia de combinar descanso, alimentación y movimiento para mantener un bienestar integral.