Tomar una siesta puede ser una excelente forma de recargar energías y mejorar el ánimo, pero hacerlo en el momento equivocado del día podría ser contraproducente. El médico del sueño Raj Dasgupta, desde California, explicó que las siestas desorganizadas pueden interferir con el descanso nocturno, generar desorientación al despertar y empeorar problemas de sueño a largo plazo.
En Estados Unidos, muchas personas no alcanzan las horas recomendadas de descanso, según investigaciones de los Institutos Nacionales de Salud (NIH). Dormir habitualmente menos de siete horas por noche está asociado con un mayor riesgo de problemas de salud, por lo que lograr un sueño continuo y de calidad es fundamental.
El especialista aclaró que, si bien una siesta no reemplaza una noche completa de sueño, puede ayudar a reducir el cansancio y brindar beneficios a cualquier edad, siempre que se respete el momento adecuado para tomarla. Según Dasgupta, “el peor momento del día para dormir una siesta es por la tarde o noche, cuando ya estamos cerca del horario de ir a la cama”. En esas situaciones, la siesta puede dificultar conciliar el sueño y generar un círculo vicioso de insomnio.
El médico advirtió además que la falta constante de sueño puede derivar en una privación crónica con consecuencias negativas para la salud. Por eso, quienes logran dormir las siete horas recomendadas deberían sentirse descansados durante el día, aunque reconoció que factores como el trabajo, la familia, la vida social y el uso del celular suelen interrumpir ese descanso.
Cuando se acumulan horas perdidas de sueño, una siesta puede convertirse en un recurso valioso. Dasgupta señaló que basta con una o dos noches mal dormidas para experimentar fatiga, irritabilidad, falta de concentración y problemas de memoria. En estos casos, una siesta breve durante la tarde puede ayudar a aliviar esos síntomas inmediatos.
Los beneficios de la siesta no son exclusivos para quienes duermen poco. Incluso quienes descansan bien pueden aprovechar estos descansos para mejorar su estado de alerta, reducir el estrés, levantar el ánimo y aumentar el rendimiento. Además, son especialmente útiles en momentos en que el cuerpo requiere un descanso extra, como en enfermedades o después de un esfuerzo físico intenso.
Sin embargo, el experto recordó que las siestas no sustituyen un buen descanso nocturno ni revierten los efectos de un mal dormir prolongado. Por eso, es clave mantener una rutina saludable de sueño para evitar problemas a futuro.
Cuántas horas se recomienda por día
Los NIH establecieron una guía con las horas de sueño recomendadas por día, incluyendo las siestas, según la edad:
- Recién nacidos menores de 4 meses: patrones de sueño muy variables.
- Bebés de 4 meses a 1 año: entre 12 y 16 horas diarias.
- Niños de 1 a 2 años: entre 11 y 14 horas por jornada.
- Niños de 3 a 5 años: lo ideal es que duerman entre 10 y 13 horas.
- Niños de 6 a 12 años: deben descansar entre 9 y 12 horas cada 24 horas.
- Adolescentes de 13 a 18 años: la recomendación es de 8 a 10 horas diarias.